“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

26/2/15

¿Cuánta desigualdad queremos? – En torno a ‘El Capital en el siglo XXI’, de Thomas Piketty

Foto: Thomas Piketty
Víctor Ruiz de Almirón   |   Karl Marx no llegó a saber del reconocimiento que El capital cosechó como vertebradora de una línea ideológica que cambió el mundo, bien por acatamiento, bien por la asunción de respuestas alternativas. Pero el alemán ya había muerto cuando su gran obra se publicó de manera completa. Exactamente lo contrario que le ha sucedido a Thomas Piketty (Clichy, Francia, 1971). En el último año este economista ha cosechado reconocimiento y animadversiones profundas entre los académicos. Su libro El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica) se ha convertido en la obra económica de mayor impacto en décadas, y ha llevado a su autor a una gira por todo el mundo. La gira de la desigualdad, la han llamado algunos. Esa divergencia no es la única entre ambos, y pese a lo que la similitud en el título pueda sugerir el texto de Piketty no es una adaptación del marxismo a los nuevos tiempos. Su obra no ha estado exenta de críticas, muchas de ellas con gran fundamento. También abundan los reproches de quiénes (sospecho que sin leer el libro) han tachado a Piketty de vulgar marxista trasnochado. Incluso han criticado que haya ganado dinero con el libro. Por si acaso él mismo ha dejado claro que no es marxista, e incluso ha reconocido no haber leído la obra de Marx.