Omar Montilla
Tuto Quiroga, Carlos Menem, Carlos Andrés Pérez, Gonzalo Sánchez de Lossada, Vicente Fox, Ricardo Lagos, Fernando Henrique Cardoso, José María Aznar y José Sarney [1], forman parte de un grupillo de ex presidentes apátridas que se han coaligado para agredir constantemente a nuestro país, que se definen como furibundamente contrarrevolucionarios y fieles obedientes al libreto que les impone el imperio para atacar al actual proceso de cambios que vive Venezuela.
El denominador común que mantiene unidos a estos señores es la admiración y obediencia a George W. Bush, que es considerado como un gobernante que a pesar de todos sus defectos es tenido por ellos en la más alta estima. Piensan que George Bush puede incurrir en todos los errores, cometer las peores atrocidades, conculcar todas las libertades, invadir ilegalmente estados soberanos, quitando y poniendo gobiernos; montar cárceles clandestinas y ordenar lanzar bombas de fósforo sobre la población civil: pero son meras actuaciones, que si bien podrían merecer cierta censura, son rectificables. Para ellos, Hugo Chávez es un ser abominable, a quien descalifican y maltratan sin ninguna consideración y es merecedor de los peores calificativos: no vacilan en llamarlo “personaje intolerable”, “dictador”, “tirano”, “vulgar”, “demagogo” y “bufón”, entre otras menudencias. Recientemente Tuto Quiroga lo llamó “cobarde” y lo acusó de levantar un "muro de opresión y tiranía" en América Latina, e incitó a nuestros escuálidos “a demoler esa pared”. Como decían en Barquisimeto: "¡No, si así es, mirá que por aquí se va pa' San Felipe" (Se omiten señas y gestos por razones obvias)
Tan ocupados han estado en descalificar a Chávez que ni siquiera se han tomado el trabajo de examinar qué es lo que realmente está pasando en nuestra América. No se dan cuenta que, como dice el presidente ecuatoriano Rafael Correa, “no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época”; no se dan cuenta o pretenden ignorarlo, que no se trata de las acciones de un gobierno lo que está poniendo en movimiento la máquina de la historia, sino que es el concierto de los pueblos de la América Latina que han iniciado una marcha que, para desgracia de la mini-jauría, ya no tiene marcha atrás.
Lo más gracioso es que todos y cada uno de estos personajes han alcanzado tal grado de descrédito en sus países que lo que digan a través de los medios de comunicación siempre es recibido, como se dice en Derecho, “a beneficio de inventario”. Por ejemplo, mientras Sánchez de Losada es acusado de genocidio y su extradición es pedida a los EE.UU. para ser juzgado por sus crímenes, se atreve a acusar a Chávez de haber instigado y financiado las revueltas populares que dieron traste con su desgobierno; Vicente Fox es, hoy por hoy, el personaje más desacreditado de la política mexicana, acusado de muchos delitos de corrupción, a los cuales no tiene forma ni manera de tapar y Carlos Menem tiene un nombre impronunciable en la Argentina y cada vez que asoma su cara, tan maltratada por las innumerables intervenciones quirúrgicas “estéticas” a las que se ha sometido, recibe las peores muestras de rechazo.
Las constantes injerencias de José Sarney en los asuntos internos de Venezuela, a cuyo presidente ha calificado de “populista militar” (¿?), clama por que “No podemos dejar que Venezuela se convierta en una potencia militar”. Tampoco deja de meter su cuchara a favor de una causa olvidada en este país como es la no renovación de la concesión de RCTV. La pregunta obligada es: ¿Cómo pretende Sarney impedir que Venezuela se convierta, según él, en una potencia militar? Desearíamos que fuera más explícito. ¿Será acaso que pretende que el territorio brasileño sirva de puente a los EE.UU. para una eventual y futura invasión a Venezuela?
José Sarney, quien fue presidente de Brasil (1985-1990), y quien es aliado en la coalición multicolor que apoya a Lula, ha solicitado “garantías” [2] para que el Congreso autorice la adhesión de Venezuela al Mercosur, del que ya forman parte Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Para Sarney hay otro "problema" y es la proposición de Reforma Constitucional que el presidente Chávez ha hecho al país, ampliamente difundida, discutida y debatida por los venezolanos, y que abrumadoramente será aprobada en diciembre por nosotros. Señor Sarney: en esto no podemos complacerlo, porque es un asunto que nos atañe exclusivamente y sobre el cual no tenemos la más mínima intención de hacerle caso. Lo lamentamos.
La Soberanía de nuestro país no está en discusión. Váyase con su música a otra parte, y usted sabe dónde…
NOTAS
[1] Ver en Aporrea: http://www.aporrea.org/tib uron/a36589.html
[2] Agencia Reuters: “Chávez debe garantizar democracia a Mercosur: Sarney”
http://lta.today.reuters.com/news/NewsArticle.aspx?type=businessNews&storyID=2007-10-18T190939Z_01_N18457919_RTRIDST_0_NEGOCIOS-MERCOSUR-VENEZUELA-SARNEY-SOL.XML
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Tuto Quiroga, Carlos Menem, Carlos Andrés Pérez, Gonzalo Sánchez de Lossada, Vicente Fox, Ricardo Lagos, Fernando Henrique Cardoso, José María Aznar y José Sarney [1], forman parte de un grupillo de ex presidentes apátridas que se han coaligado para agredir constantemente a nuestro país, que se definen como furibundamente contrarrevolucionarios y fieles obedientes al libreto que les impone el imperio para atacar al actual proceso de cambios que vive Venezuela.
El denominador común que mantiene unidos a estos señores es la admiración y obediencia a George W. Bush, que es considerado como un gobernante que a pesar de todos sus defectos es tenido por ellos en la más alta estima. Piensan que George Bush puede incurrir en todos los errores, cometer las peores atrocidades, conculcar todas las libertades, invadir ilegalmente estados soberanos, quitando y poniendo gobiernos; montar cárceles clandestinas y ordenar lanzar bombas de fósforo sobre la población civil: pero son meras actuaciones, que si bien podrían merecer cierta censura, son rectificables. Para ellos, Hugo Chávez es un ser abominable, a quien descalifican y maltratan sin ninguna consideración y es merecedor de los peores calificativos: no vacilan en llamarlo “personaje intolerable”, “dictador”, “tirano”, “vulgar”, “demagogo” y “bufón”, entre otras menudencias. Recientemente Tuto Quiroga lo llamó “cobarde” y lo acusó de levantar un "muro de opresión y tiranía" en América Latina, e incitó a nuestros escuálidos “a demoler esa pared”. Como decían en Barquisimeto: "¡No, si así es, mirá que por aquí se va pa' San Felipe" (Se omiten señas y gestos por razones obvias)
Tan ocupados han estado en descalificar a Chávez que ni siquiera se han tomado el trabajo de examinar qué es lo que realmente está pasando en nuestra América. No se dan cuenta que, como dice el presidente ecuatoriano Rafael Correa, “no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época”; no se dan cuenta o pretenden ignorarlo, que no se trata de las acciones de un gobierno lo que está poniendo en movimiento la máquina de la historia, sino que es el concierto de los pueblos de la América Latina que han iniciado una marcha que, para desgracia de la mini-jauría, ya no tiene marcha atrás.
Lo más gracioso es que todos y cada uno de estos personajes han alcanzado tal grado de descrédito en sus países que lo que digan a través de los medios de comunicación siempre es recibido, como se dice en Derecho, “a beneficio de inventario”. Por ejemplo, mientras Sánchez de Losada es acusado de genocidio y su extradición es pedida a los EE.UU. para ser juzgado por sus crímenes, se atreve a acusar a Chávez de haber instigado y financiado las revueltas populares que dieron traste con su desgobierno; Vicente Fox es, hoy por hoy, el personaje más desacreditado de la política mexicana, acusado de muchos delitos de corrupción, a los cuales no tiene forma ni manera de tapar y Carlos Menem tiene un nombre impronunciable en la Argentina y cada vez que asoma su cara, tan maltratada por las innumerables intervenciones quirúrgicas “estéticas” a las que se ha sometido, recibe las peores muestras de rechazo.
Las constantes injerencias de José Sarney en los asuntos internos de Venezuela, a cuyo presidente ha calificado de “populista militar” (¿?), clama por que “No podemos dejar que Venezuela se convierta en una potencia militar”. Tampoco deja de meter su cuchara a favor de una causa olvidada en este país como es la no renovación de la concesión de RCTV. La pregunta obligada es: ¿Cómo pretende Sarney impedir que Venezuela se convierta, según él, en una potencia militar? Desearíamos que fuera más explícito. ¿Será acaso que pretende que el territorio brasileño sirva de puente a los EE.UU. para una eventual y futura invasión a Venezuela?
José Sarney, quien fue presidente de Brasil (1985-1990), y quien es aliado en la coalición multicolor que apoya a Lula, ha solicitado “garantías” [2] para que el Congreso autorice la adhesión de Venezuela al Mercosur, del que ya forman parte Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Para Sarney hay otro "problema" y es la proposición de Reforma Constitucional que el presidente Chávez ha hecho al país, ampliamente difundida, discutida y debatida por los venezolanos, y que abrumadoramente será aprobada en diciembre por nosotros. Señor Sarney: en esto no podemos complacerlo, porque es un asunto que nos atañe exclusivamente y sobre el cual no tenemos la más mínima intención de hacerle caso. Lo lamentamos.
La Soberanía de nuestro país no está en discusión. Váyase con su música a otra parte, y usted sabe dónde…
NOTAS
[1] Ver en Aporrea: http://www.aporrea.org/tib uron/a36589.html
[2] Agencia Reuters: “Chávez debe garantizar democracia a Mercosur: Sarney”
http://lta.today.reuters.com/news/NewsArticle.aspx?type=businessNews&storyID=2007-10-18T190939Z_01_N18457919_RTRIDST_0_NEGOCIOS-MERCOSUR-VENEZUELA-SARNEY-SOL.XML
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