“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

8/9/17

Dos periodistas contra el poder — El caso Watergate, más actual que nunca

Carlos García Santa Cecilia

La reciente reedición de Todos los hombres del presidente, de Bob Woodward y Carl Bernstein (los libros del lince, 2017), un clásico del periodismo, con un epílogo escrito por los autores en 2012, cobra, como reza un paratexto editorial, “una imprevista actualidad cuando la Casa Blanca está ocupada por otro (y no menos peligroso) aprendiz de brujo”. La investigación llevada a cabo por los dos periodistas de The Washington Post, que logró desvelar los manejos de un poder que se creía impune, comenzó con una llamada intempestiva.

“Día 17 de junio de 1972, sábado por la mañana. Hora: las nueve. Demasiado temprano para telefonear. Woodward tentó la mesilla hasta alcanzar el auricular y terminó de despertarse. El redactor jefe de la sección Local de The Washington Post [Barry Sussman] estaba al otro lado de la línea. Cinco hombres habían sido detenidos esa madrugada en el cuartel general del Partido Demócrata llevando consigo un equipo fotográfico y una serie de instrumentos electrónicos. ¿Podía ir a la redacción para hacerse cargo del asunto?”.