Kanishka
Goonewardena | Buena parte de las influyentes lecturas de
Henri Lefebvre desarrolladas en el mundo anglosajón han sido parciales y han
reflejado de forma invariable preocupaciones meramente disciplinares y
académicas o las modas intelectuales dominantes en un determinado período; es
el caso de la crítica de la economía política de su pensamiento urbano a
principios de los 70 o la lectura geográfico-postmoderna de La producción del
espacio a partir de los años 80, que aún persiste en un ‘Tercer Espacio’. El
resultado es que muchos Lefebvres viven hoy con nosotros, veinte años después
de su muerte, incluido un Lefebvre liberal-demócrata responsable de las
interpretaciones más edulcoradas del ‘Derecho a la Ciudad’, completamente
afines al status quo. Argumentando contra estas lecturas des-radicalizadoras,
el presente ensayo intenta revivir el espíritu revolucionario de su
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
17/10/13
Henri Lefebvre y la revolución de la vida cotidiana, la ciudad y el Estado
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Un alma enferma | La experiencia religiosa de Wittgenstein a la luz de William James
Wittgenstein ✆ Luis Cornejo Arenas |
1. Un psicólogo superficial
y un buen filósofo
Las relaciones de Wittgenstein con el pensamiento de James
muy probablemente no han recibido todavía toda la atención que merecen. Se dirá
que, al fin y al cabo, el filósofo norteamericano apenas aparece aludido en los
escritos del pensador austriaco que han llegado hasta nosotros, y que en las
escasas y raras ocasiones en las que Wittgenstein admite la influencia en él de
otros pensadores, el nombre de aquél brilla por su ausencia. Y aunque es cierto
que el Wittgenstein maduro se sirvió de Los
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