Salim Lamrani
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Especial para La Página |
El 28 de julio de 2012, el presidente Hugo
Chávez hizo partícipe de su decisión de retirarse de la Comisión Interamericana
de los derechos humanos, tras el fallo que condena a Venezuela por malos tratos
a un detenido sancionado por terrorismo y que se fugó a Estados Unidos. Caracas
denuncia un veredicto político.
El 24 de julio de 2012, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos hizo pública su decisión de condenar al Estado venezolano
de ser “internacionalmente responsable por la violación del derecho a la
integridad personal y por los tratos inhumanos y degradantes en perjuicio del
señor Raúl José Díaz Peña”. La instancia juzgó que “su detención habría sido
ilegal y arbitraria y habría estado sometido a un régimen de detención
preventiva que habría sobrepasado los límites establecidos en la ley penal,
invocando una presunción de peligro de fuga”. La CIDH también condenó al Estado
venezolana a indemnizar a Díaz Peña con 15.000 dólares.[1]