![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoa2X5PlU9NUX8wRIzxEeKL4K6MpytkDKCmzfcdDTbYR_vVh3W9UMZFryHQSocotKecrkxRiTk20rTcknPJl_EE2u4LxRqFPmp5ODS-0uP7kCW7V08ziTS51cYf9X_Fi_QND-nlrXcX7Y/s1600/Refer%C3%A9ndums+y+democracia+directa+-+La+P%C3%A1gina+de+Omar+Montilla+2.jpg)
El referéndum sobre la independencia de Escocia del 18 de
septiembre ha desatado una gran polémica. Sin embargo, lo que a menudo falta en
estos debates es una consideración de la naturaleza de los referéndums y de su
papel, tanto históricamente como en la sociedad contemporánea. Con demasiada frecuencia, incluso en las filas de la
izquierda, los referéndums se aceptan como un hecho y por lo tanto el análisis
se reduce a si se debe abogar por un "sí" o por un "no", y
poco más. Sin embargo, dada la centralidad de la "batalla por la
democracia" en el proyecto marxista, ¿cómo debemos abordar los referéndums
en particular y la democracia directa en general? Este artículo no pretende
responder exhaustivamente a esa pregunta, pero tratará de centrarse en algunas
de las cuestiones relacionadas con una contribución en gran parte ignorada de
Karl Kautsky -el "Papa del marxismo", que en agosto de 1914 se hizo
famoso como "el renegado Kautsky"- titulada Parlamentarismo, legislación directa por el pueblo y la socialdemocracia