Gustavo Márquez Marín | Disiento
del que piensa que fue derrotado el golpe continuado que adelanta el
imperio estadounidense, a través de la violencia terrorista
guarimbera, desatada por la derecha
fascista que sirve a sus intereses. Es posible que las acciones preventivas y
disuasivas del gobierno, la falta de respaldo de los sectores populares, el
hastío de sectores medios secuestrados en sus propias urbanizaciones, la
unidad de las FAB y las contradicciones en la oposición, estén influyendo
en su debilitamiento progresivo. Empero, sería un error inferir que por
ello el plan golpista ha cesado. Recordemos que su estrategia es la
“guerra prolongada”, iniciada con el arribo a Miraflores de
Chávez, aplicada bajo el paragua de la guerra psicológica expandida a través de
las redes sociales y una campaña comunicacional global intensiva,
que presenta al gobierno del Presidente Maduro como una dictadura, violador de
los derechos humanos y sujeto por ello a la aplicación de la doctrina
imperialista de la “seguridad humana” para “legitimar” una
intervención extranjera.