Especial para La Página |
Quien trata de sacar provecho de un desastre termina
sufriendo uno. Sobre toda calamidad
revolotean tres especies de zamuros que se alimentan de la desgracia ajena. Los
profetas, como los funcionarios de la embajada de Estados Unidos que según
informa José Vicente aseguran a los encuestadores que los resultados cambiarán “a partir de la ocurrencia de un evento
extraordinario”. Los
sensacionalistas que titulan “Amuay,
campo de muerte”. Los festejantes, como la alcaldesa Evelyn Trejo de
Rosales: “Indudablemente les tengo una
buena noticia, explotó un tercer tanque… se incendió un tanque ayer…” ¿En
verdad es tan fácil capitalizar el infortunio en Venezuela?
Veamos. El 6 de abril de 1964 el tanquero “Esso Maracaibo”
choca contra el Puente sobre el Lago de
Maracaibo, derriba una sección y provoca
media decena de muertes. Ello para nada afectó al recién inaugurado gobierno
accióndemocratista de Raúl Leoni.