Theotonio Dos Santos | Muchos gobiernos electos están subyugados a
sus bancos centrales, bajo el pretexto de que son instituciones independientes,
por encima de las prácticas "inmorales" de los políticos. Por
"política" debe entenderse elecciones y la participación de los
pueblos que son los principales afectados por las decisiones de los políticos y
las acciones “políticas” de estos bancos. Es así como intereses absolutamente
minoritarios de la población rigen la economía mundial y consiguen obligar a
las grandes mayorías a someterse a la dictadura tecnocrática llamada Bancos
Centrales 'independientes'. La misión de estas instituciones es transferir, bajo las más
diversas formas, masas colosales de riqueza al "mercado" financiero.
Se trata de una expropiación de los recursos obtenidos por los distintos tipos
de ingresos fiscales para transferirlos al sistema financiero bajo los
pretextos más increíbles y las maneras más inventivas.
Es extraño observar cómo esta modalidad violenta de
capitalismo de Estado se realiza en un ambiente ideológico dominado por los
principios doctrinales del neoliberalismo, apoyándose siempre en la famosa
frase de la Sra. Thatcher de que "no hay alternativa". Se trata de
una expresión de determinismo económico que se torna incluso ridícula cuando
vemos la realidad histórica que tratan de describir estos pretendidos
instrumentos científicos. Ya hemos dicho en varias ocasiones que este
espectacular aparato ideológico se parece estrechamente al mundo intelectual
católico fundado en la escolástica tomista que dominó por muchos siglos la
economía feudal europeo y que disponía de enormes poderes estatales y
religiosos para torturar e incluso condenar a muerte a los "herejes",
representantes de la nueva onda filosófica y científica liderada por las burguesías
en expansión material y financiera.