La aparición de apuntes inéditos, de manuscritos que se
creían perdidos, de textos dispersos en viejas publicaciones suelen despertar
la sospecha de que alguien se está abusando de la posteridad de un escritor
célebre. Sin negar la polémica acerca de cómo y cuánto respetar la voluntad del
autor, la publicación póstuma de Michel Foucault es siempre un acontecimiento
bienvenido. A la aparición de ‘El poder, una bestia magnífica’, donde se
reúnen textos clave de los años ’70 y comienzos de los ’80 sobre poder y sociedad,
se suma Lecciones sobre la voluntad de saber, transcripción del primer año
de cursos de Foucault en el Collège de Francia. Dos novedades de peso a las que
vale asomarse para comprobar que Foucault es, aun después de su muerte, un
escritor de primerísima actualidad.
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
10/1/13
¡Michel Foucault vive!
Gustavo Santiago
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