- Como
todo hombre, el pensador tenía su costado romántico y era compartido por Jenny
von Westphalen, su esposa, con la que vivió una historia de amor y de pasión
Foto: Karl Marx y su esposa Jenny von Westphalen |
Karl Marx, aquel notable intelectual que teorizara y
predicara la liberación final del proletariado internacional, muchas veces
endiosado o calumniado, ha dejado su semblante serio, deshumanizado, en su
retrato más difundido. Sin embargo, como todo hombre, de carne y hueso, tuvo su
costado sensible y romántico. Ante su fiel amigo, Friedrich Engels, llegó a
admitir: “Mi espíritu está en gran parte
absorbido por el recuerdo de mi esposa,
que fue la mejor parte de mi vida”.
¿Quién fue aquella mujer que acaparó el amor de Marx? Era Jenny
von Westphalen, hija de una aristocrática y reaccionaria familia prusiana, a la
que había conocido en su infancia y con quien había mantenido una intensa
amistad, hasta que se comprometieron en 1836, para finalmente casarse en 1843,
cuando Marx tenía 25 años y ella, 28. Tuvieron siete hijos, de los cuales sólo
tres -todas mujeres- superaron los treinta años.