“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

14/10/13

Bertrand Russell & Ludwig Wittgenstein: una relación incomprendida

    Bertrand Russell  ✆ Simply Charly
  • En los últimos años de su vida Russell fue retomando  posiciones progresistas, anti-capitalistas y anti-imperialistas, con lo cual se fue  acercando poco a poco a posiciones políticas cada vez más cercanas a las de  Wittgenstein.
Alejandro Tomasini Bassols  |  Puede razonablemente sostenerse, sin ser excesivamente temerarios o dogmáticos, que Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein son, con mucho, los dos filósofos más decisivos del siglo XX. De diferente modo y en direcciones no siempre convergentes, ambos marcaron como nadie el destino de la filosofía occidental y, en verdad, de la cultura occidental. Russell, por ejemplo, se encuentra en la raíz de las discusiones sobre los fundamentos de las matemáticas, discusiones de las cuales fueron brotando paulatinamenteel programa de Hilbert, el teorema de Gödel y, por alambicados vericuetos, las máquinas de Turing y la teoría de la computación, con la cual el mundo sufrió su mayor revolución de los últimos siglos. Wittgenstein tuvo una menor influencia en el mundo científico, pero la revolución que llevó a cabo en

Catalunya-España | Datos de una encuesta. Unas observaciones de urgencia

Salvador López Arnal  |  Algún amigo, consejero o asesor habrá hecho llegar a Rosa Díez -que firma su nota como “portavoz de Unión Progreso y Democracia y diputada nacional”- el fragmento de Albert Camus con el que abre un artículo sobre “¿Quién defienda España?” [1]. La cita:”Amo demasiado a mi país para ser nacionalista”. Díez, por lo que parece, no debe amar demasiado a su país. El nacionalismo debe estar circulando por sus venas y arterias.
 
Debe ser así porque no hay otra forma posible de entender las palabras iniciales de su escrito. Cualquier nacionalista vasco o catalán, señala, “tacharía de traidor a todo vasco o catalán que no proclamara su voluntad de defender a Cataluña o al País Vasco” (“Botifler” es la expresión usada por los nacionalistas catalanes para el caso). Pero esos mismos ciudadanos que veneran los símbolos y las banderas de su comunidad, prosigue la “diputada nacional” pareciendo aceptar sin