“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

2/2/14

La definición de sociología en Durkheim | Variaciones sobre el problema del punto de partida de las Ciencias Sociales

Ariel Mayo  |  El punto de partida es esencial en toda disciplina, máxime en aquellas tan marcadas por la ideología como las ciencias sociales. Es por esto que todo autor dedicado a la teoría social ha dedicado parte de su obra a formular su respuesta particular a la pregunta: ¿Por dónde empezar? En Sociología las respuestas a dicha pregunta pueden reducirse a dos grandes grupos. De un lado están quienes afirman que el punto de partida es la totalidad, es decir, la sociedad. Del otro, quienes postulan que hay que empezar por los individuos quienes, en definitiva, constituyen esa totalidad a la que damos el nombre de “sociedad”.

La disputa entre los partidarios de una u otra respuesta es tan antigua como la reflexión sobre los problemas de la vida social y excede largamente los límites de la Sociología. Aristóteles, con su célebre frase “El hombre es un animal de la polis” (un animal social), se ubica entre los defensores de la postura de la totalidad. Hobbes, en cambio, preconiza