Manel Ros
‘Lincoln’, la nueva película de Steven Spielberg, se basa en
la novela ‘Team of Rivals: The
political genius of Abraham Lincoln’, escrita por el historiador Doris
Kearns Goodwin. Evidentemente, no se puede medir una película sólo por su
corrección política. Y, sin duda, estamos ante una gran obra, que ya sólo por
la actuación de Daniel Day-Lewis en el papel de Lincoln vale la pena ver. A pesar de eso, hay que poner en contexto muchas cosas
implícitas en la película y, sobre todo, las que no se mencionan, o que,
directamente, se olvidan. Varias ideas recorren todo el film.
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
1/2/13
Lincoln, la otra historia del movimiento abolicionista
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