“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

27/9/13

Sobre la izquierda, los conflictos post-modernos y la falta de referencias

Mario Sei  | Traducción del italiano por Lucía Alba Martínez  |  Vivimos en un período caracterizado por un estado de crisis permanente, hasta el punto de que el propio termino “crisis” resulta ya inadecuado para dar cuenta de la situación, y estamos también en una época en la cual todo se mueve y cambia rápidamente, tanto a nivel de la producción material como a nivel de lo que llamamos “la actualidad”. En esta confusión posmoderna, en la cual cada cosa parece confundirse y mezclarse con su contrario – confusión determinada también por la proliferación mediática de los relatos que, en una polifonía inextricable, se enlazan con los hechos y producen una realidad en la que la distinción entre real e irreal, verdadero y falso, resulta a menudo ininteligible – existe en todo caso un elemento empírico que desmiente una de las hipótesis centrales manejada por los que han hecho de lo posmoderno una teoría.
 

Balzac, “La obra maestra desconocida”: Frenhofer, Paul Cézanne, Arnold Schönberg & Picasso

Honoré de Balzac ✆ Aude
Juan Forn  |  Mientras todos sus colegas impresionistas triunfan en París, Paul Cézanne se refugia en Aix, es el viejo loco al que apedrean de lejos los niños del pueblo. Un día recibe en su casa a un aspirante a coleccionista llamado Vollard. El visitante le comenta que acababa de leer un cuento perdido de Balzac entre la montaña de novelas que escribió el autor de La Comedia Humana. El cuento se llama “La obra maestra desconocida”, dice el joven Vollard. Y se apresta a contar de qué trata cuando el viejo pintor se pone de pie tirando la silla al piso, se señala el pecho con los ojos llenos de lágrimas, murmura “Frenhofer soy yo” y abandona la habitación.

“La obra maestra desconocida” es un cuento de pintores. Dos de sus tres personajes eran reales y Balzac los usó con sus propios nombres (Poussin y Porbus), pero inventó un tercero, el tal Frenhofer. La historia es así: el joven Poussin llega a París y va al taller de su admirado Porbus, aunque éste acaba de perder los favores de la corte, desplazado por Rubens. Porbus acepta a Poussin como discípulo cuando entra en el taller un viejo