“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

28/7/13

Pedro Albizu Campos desde José Martí | La familia antillana

Foto: Pedro Albizu Campos & José Martí
Luis Toledo Sande  |  Si desde el punto de vista político, moral y afectivo Cuba ha rendido tributo de respeto y lealtad a Pedro Albizu Campos sobre la base de afinidades medulares, quizás investigativa y editorialmente esté en deuda con él, como otros pueblos. El líder puertorriqueño y sus familiares tuvieron o tienen con Cuba profundos vínculos, de presencia física incluso. Los nexos abarcan relación con figuras cubanas como Enrique José Varona, a cuya muerte dedicó Albizu un texto vibrante, y con personas más cercanas a él por edad y pensamiento, como Juan Marinello, Emilio Roig de Leuchsenring y Jorge Mañach, entre otras.

Sobre todo, el legado y los ideales del independentista borinqueño han tenido el apoyo constante del pueblo cubano, desde antes de la victoria revolucionaria de 1959, a partir de la cual pudo expresarlo de forma rotunda, por voz de su gobierno también, en foros internacionales, incluida la Organización de Naciones Unidas. Pero aún podríamos hacer más por el conocimiento de la vida y la obra del ser humano extraordinario a quien recordamos con ocasión de los ciento veinte años de su nacimiento.

Coexistencia pacifica

Foto: Juan Manuel Santos & Nicolás Maduro
Gustavo Márquez Marín  |  Especial para La Página |  El encuentro entre los Presidentes de Colombia y Venezuela tuvo como telón de fondo la derrota  política sufrida por el candidato perdedor, en su intento fallido de horadar la legitimidad del Presidente Maduro en el ámbito internacional, como parte de la estrategia desestabilizadora  que adelanta la ultraderecha venezolana con el apoyo de Washington. Empero, los resultados de la auditoría, aplicada rigurosamente por el CNE al 100 % de las mesas confirmando el triunfo del chavismo, terminaron por derrumbar su acusación de fraude electoral.

A pesar de contar con el apoyo de la diplomacia gringa, como era de esperarse,  solo  lograron que el Presidente Santos lo recibiera, porque el de Piñera fue un recibimiento pírrico. El respaldo  de la UNASUR y la designación de Maduro como Presidente Pro-Tempore del MERCOSUR, terminaron por dejar nuevamente en ridículo a los dirigentes de una oposición, empeñada en   jugar al desconocimiento de la Constitución y la voluntad popular, como lo hicieron con el golpe de estado del 11A y el paro petrolero de 2002,  engañando nuevamente a quienes  los siguen de buena fe.