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Foto: Pedro Albizu Campos & José Martí |
Luis Toledo Sande | Si
desde el punto de vista político, moral y afectivo Cuba ha rendido tributo de
respeto y lealtad a Pedro Albizu Campos sobre la base de afinidades medulares,
quizás investigativa y editorialmente esté en deuda con él, como otros pueblos.
El líder puertorriqueño y sus familiares tuvieron o tienen con Cuba profundos
vínculos, de presencia física incluso. Los nexos abarcan relación con figuras
cubanas como Enrique José Varona, a cuya muerte dedicó Albizu un texto
vibrante, y con personas más cercanas a él por edad y pensamiento, como Juan
Marinello, Emilio Roig de Leuchsenring y Jorge Mañach, entre otras.
Sobre todo, el legado y los ideales del independentista
borinqueño han tenido el apoyo constante del pueblo cubano, desde antes de la
victoria revolucionaria de 1959, a partir de la cual pudo expresarlo de forma
rotunda, por voz de su gobierno también, en foros internacionales, incluida la
Organización de Naciones Unidas. Pero aún podríamos hacer más por el
conocimiento de la vida y la obra del ser humano extraordinario a quien
recordamos con ocasión de los ciento veinte años de su nacimiento.