Esteban
Mira Caballos | De nuevo estamos viviendo, con más vigor que
nunca, las fuerzas centrípetas que cuestionan la unidad de España y la
viabilidad de este viejo proyecto de Estado. Las Comunidades Autónomas de
Cataluña y el País Vasco están reivindicando desde hace tiempo su derecho a
decidir, con la intención premeditada de abandonar este Estado plurinacional
llamado España. La oposición del resto de los españoles nace del convencimiento
fundado de que hay serias posibilidades de que en ambos territorios triunfen los
secesionistas. Precisamente, se acaban de conocer las últimas encuestas de la
Generalitat de Cataluña y más del 54 % apoyaría la secesión frente a menos de
un 30% que votaría en contra. Ello demuestra la magnitud del problema que no es
cosa, ni por asomo, de una minoría radical. Los independentistas casi duplican
en número a los partidarios de la permanencia. Por ello, minimizar a los
independentistas o negar la existencia de un problema de fondo es un acto de
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
1/12/13
España | Pasado, presente y futuro de un proyecto de Estado
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