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Gilles Deleuze ✆ A.d. |
Patricia Damiano |
Lewis Carroll es el explorador, el instaurador de un método serial en
literatura. En él se encuentran varios procedimientos de desarrollos en series.
En primer lugar, dos series de acontecimientos con pequeñas diferencias
internas, reguladas por un objeto extraño: por ejemplo, en Silvia y Bruno, el
accidente de un joven ciclista se encuentra desplazado de una serie a otra
(capítulo 23). Y sin duda estas dos series son sucesivas, una respecto de la
otra, pero simultáneas respecto del objeto extraño, en este caso un reloj con
ocho manecillas y clavija inversa, que no va con el tiempo, sino al revés, el
tiempo con él. Hace que vuelvan los acontecimientos de dos modos, a la inversa
en un devenir-loco, o con pequeñas variaciones en un fatum estoico. El joven ciclista,
que se cae en una caja en la primera serie, pasa ahora indemne. Pero cuando las
manecillas vuelven a su posición, yace de nuevo herido sobre el carro que le
conduce al hospital: como si el reloj hubiera sabido conjurar el accidente, es
decir la efectuación temporal del acontecimiento, pero no el Acontecimiento
mismo, el resultado, la herida en tanto que verdad eterna... O bien, en la
segunda parte de Silvia y Bruno (capítulo 2), una escena que