Esteban Valenti
No hay dinero, prosperidad, que pueda sustituir lo que la
historia de una ciudad como Montevideo ha creado, sin el aporte de sus
habitantes, de sus autoridades, de sus arquitectos, paisajistas y generaciones
de nativos y emigrantes. El tiempo es insustituible. Como insustituible es la
historia, el aporte de la cultura, de la sensibilidad, de la audacia y
genialidad de sus habitantes. Montevideo es el mejor resumen del país optimista
que tuvimos y tenemos hoy los uruguayos.