
El conflicto trascendía el espacio de los colegios
primarios: con idéntico desconcierto lo sufría el resto de los porteños, sin
limitación de sexo o edad. En aquellos tiempos los personajes de las
radionovelas y de las películas argentinas no hablaban como se hablaba en la
calle, había un claro divorcio entre realidad y ficción. Entre 1957 y 1959
apareció “El Eternauta”, considerado con justicia un clásico contemporáneo. La
historieta es colosal, un solo detalle la desmerece: sus personajes hablan de
tu. Resulta incómodo sorprender a Favalli, a Juan, a Lucas Herbert y a Polsky
en