El banco emblemático de las finanzas alemanas, el Deutsche
Bank (DB), está bajo la amenaza de una multa brutal por la justicia
norteamericana. Este viernes, el Wall
Street Journal reveló la cantidad astronómica de 14 mil millones de
dólares, la pena que el Ministerio de Justicia está preparando para infligir al
banco de Frankfurt que se presenta a sí mismo como “uno de los mayores bancos universales al mundo". Éste es
acusado de haber engañado a los inversores en productos estructurados
respaldados por hipotecas antes de la crisis. Es decir, de haberse
“americanizado” ya que prácticamente todos sus colegas norteamericanos han
participado en este tipo de ejercicio antes de la famosa crisis de las "subprime".
Dicho con otras palabras, al igual que otros bancos, DB
realizó en ese momento enormes ganancias mediante la especulación y otras
prácticas dudosas en el mercado inmobiliario de Estados Unidos. Así, mientras
el JP Morgan Chase acordó pagar 13 mil millones de dólares para evitar la ira
judicial, el Citigroup había pagado 7 mil millones en un caso similar, y Bank
of America tuvo que pagar 16 mil 650 millones de dólares que se mantiene como
el récord absoluto. Pero, a diferencia de estos casos, esta vez la Justicia
norteamericana avanza sobre un banco europeo. EEUU ya había desplegado una mano
un poco más pesada a otra empresa alemana, Volkswagen, penalizada con 15 mil
millones de dólares por el "Dieselgate".
Pero junto con ésta fuerte multa, el problema para el Deutsche Bank ya fragilizado económicamente, es que puede ver agrandarse la cuenta a pagar porque el grupo está implicado en otros casos judiciales delicados (el ultimo es un caso de lavado de dinero en Rusia, que es también seguido por la justicia de Estados Unidos). En este marco, no sorprende que el Fondo Monetario Internacional estimaba el pasado 30/6 que el Deutsche Bank era la institución sistémica (1) más peligrosa del mundo, por delante de HSBC y Credit Suisse, debido a su alta exposición a otras empresas y la fuerte variación de su cotización en bolsa después de diez años.
Pero junto con ésta fuerte multa, el problema para el Deutsche Bank ya fragilizado económicamente, es que puede ver agrandarse la cuenta a pagar porque el grupo está implicado en otros casos judiciales delicados (el ultimo es un caso de lavado de dinero en Rusia, que es también seguido por la justicia de Estados Unidos). En este marco, no sorprende que el Fondo Monetario Internacional estimaba el pasado 30/6 que el Deutsche Bank era la institución sistémica (1) más peligrosa del mundo, por delante de HSBC y Credit Suisse, debido a su alta exposición a otras empresas y la fuerte variación de su cotización en bolsa después de diez años.
“Corporate America” unida en apoyo a Apple contra la Comisión Europea
Los más poderosos jefes ejecutivos de las empresas estadounidenses
se están uniendo al lado de Apple en su batalla fiscal contra la Unión Europea,
apelando directamente a los jefes de gobierno europeos para anular la demanda
de Bruselas que exige miles de millones de euros al grupo de tecnología. Así,
un grupo de 185 CEOs estadounidenses ha instado a los líderes de los 28 estados
miembros de la UE a detener a la Comisión Europea en su intención de reclamar
13 mil millones de euros en impuestos mal pagados de Apple, llamando al intento
como una "grave herida autoinfligida".
El llamado a los gobiernos nacionales para que intervengan -
contenido en las cartas enviadas a los líderes el jueves por el Business
Roundtable - marca una escalada de ataques de Estados Unidos a la Comisión
Europea, cuya decisión ya ha sido criticada como "basura política"
por el jefe de Apple, Tim Cook. La comisión este mes provocó una disputa
transatlántica ordenando a Dublín recuperar hasta 13 mil millones de euros de
Apple, con el argumento de que las disposiciones fiscales favorables a la empresa
ideadas por Irlanda constituían una ayuda estatal ilegal entre 2003 y 2014. En
"circunstancias excepcionales" los estados miembros de la UE tienen
la facultad de anular las decisiones de la Comisión sobre ayudas estatales
ilegales. Sin embargo, este tipo de intervención no tiene precedentes y es muy
poco probable en el caso de Apple, ya que requiere la unanimidad de los 28
estados miembros de la UE. Muchos países de la UE respaldan la sanción fiscal;
Michel Sapin, ministro de Finanzas de Francia, calificó la decisión de
"totalmente legítima".
Un clima político emponzoñado que agudiza las disputas transatlánticas
El deterioro de las bases políticas y geopolíticas de la
llamada globalización cuyos primeros signos habíamos anticipado en relación a
la crisis y guerra en Ucrania en 2014/15 (ver aquí y aquí)
está afectando rudamente el clima de negocios y potencialmente de forma más
peligroso el débil margen que aún queda para una coordinación internacional en
caso que la crisis mundial se desmadre nuevamente, lo que es altamente probable
más temprano que tarde (ver aquí).
En especial a uno y otro lado del Atlántico el escenario aún
incierto de las presidenciales norteamericanas radicaliza el mundo de los
affaires. Así, es probable que, reivindicando esta alta suma al Deutsche Bank,
el Departamento de Justicia de Estados Unidos espera sin duda lidiar por mucho
menos. Pero la negociación por delante llega en el peor momento: los candidatos
y sobre todo la demócrata Hillary Clinton, son acusados regularmente de estar
cerca de Wall Street, lo que podría llevar el caso a la arena política. El
banco alemán es uno de los que más ha especulado sobre el mercado hipotecario
de Estados Unidos, cuyo colapso ha privado de vivienda a millones de
estadounidenses.
En este contexto complejo de las relaciones transatlánticas,
la severidad de la justicia norteamericana ha caído como una bomba no solo
económica sino también política en Europa. Es que mientras las autoridades
norteamericanas actúan fuertemente sobre el comportamiento de los bancos en la
crisis hipotecaria que se desarrolló en su territorio, la Comisión Europea no
tiene ni los medios ni las atribuciones para lanzar una investigación sobre la
crisis de la deuda europea, en la cual los bancos de inversión norteamericanos
como Goldman Sachs fueron actores y beneficiadores privilegiados.
Económicamente, la situación de los bancos europeos es muy
crítica, en especial el DB. En el medio de una crisis de su modelo económico,
expresión de los cambios que viene habiendo en la financierización de la
economía como es el caso por ejemplo de las tasas de interés negativas, los
bancos europeos conocen un período de mutación difícil, cuyo más cercano
coletazo fueron las ventas de pánico que sufrieron las acciones del francés BNP
Paribas, el Deutsche Bank y otros como el suizo UBS en enero de 2016. Sobre
todo, el banco alemán que asumió riesgos excesivos en el pasado no inspira
confianza. Cada dos meses los mercados lanzan rumores de quiebra de la
institución. Como dice un analista financiero: “Hay un fantasma Deutsche Bank.
Es la víctima favorita de las personas que ven los mercados financieros como un
gigantesco castillo de naipes… si los 14 mil millones de euros de multa se
confirman, cosa que no creo, habrá igualmente una fuerte inestabilidad de los
mercados hasta que el Deutsche Bank encuentre una manera de cerrar su
financiación ".
Todas cuestiones que las autoridades de Estados Unidos no
ignoran. Por eso, sin caer en un craso ‘complotismo’ del gusto ciertos círculos
de la extrema derecha continental o de corrientes soberanistas de izquierda o
de derecha de la Vieja Europa, a nadie escapa que esta dureza en la decisión
norteamericana es en respuesta -tan sólo semanas después- al caso Apple. El
‘ojo por ojo, diente por diente’, a uno y otro lado del Atlántico muestra un
salto de la guerra comercial y financiera entre los EEUU y Alemania, y no
augura nada bueno para la burguesía mundial frente a la necesaria coordinación
en caso de un eventual salto de la crisis mundial, después del resultado nulo
de la reciente Cumbre del G20 en China. Estamos decididamente entrando en
tiempos turbulentos económicos, políticos y geopolíticos que pueden abrir
grandes brechas para la lucha de clases.
Nota
(1) El gigante alemán se considera uno de los bancos más
sistémicos en el mundo, es decir, cuya caída eventualmente puede causar un
efecto dominó en el sistema financiero mundial.