Alberto Garzón
Espinoza
Especial para La Página |
Podemos perfectamente considerar que el gobierno de Rajoy es un gobierno
vasallo que se limita a obedecer el dictado de la llamada troika -Banco Central
Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional-, lo que significa
que en la práctica está asumiendo la estrategia económica de estas
instituciones supranacionales. Una estrategia que es ante todo ideológica, es
decir, que persigue un determinado modelo de sociedad. Concretamente un modelo
de sociedad donde el orden social se recompone a partir de un empobrecimiento
de la mayoría de la población y en beneficio de determinadas minorías (grandes
fortunas) vinculadas a la propiedad del capital financiero (bancos) y el gran
capital productivo (grandes empresas). Es decir, estamos asistiendo a una
recomposición de las clases sociales en nuestro país.
La estrategia tiene un objetivo y dos principios fundamentales.
El objetivo es recuperar el crecimiento económico para poder volver a generar
empleo a cualquier precio. Los principios son la austeridad y las reformas
estructurales. A su vez todas las medidas económicas se pueden estructurar en
tres ejes: la consolidación presupuestaria, la confianza en los mercados
internacionales de deuda y la reestructuación de los fundamentos económicos.
Este planteamiento sistemático adolece de errores tan graves que podemos
asegurar que es una estrategia suicida, porque no responde a los problemas
reales de la economía y de hecho consigue agravarlos. Las consecuencias
económicas y sociales serán brutales.