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Foto: Jeremy Corbyn |
Owen Jones | Debe contarse con seguridad entre las
mayores victorias contra toda probabilidad de la historia política
británica. Jeremy Corbyn comenzó esta carrera como un marginal fuera de filas.
Sus opciones estaban en 200 a1, y esa era una de las predicciones más
favorables registradas. Fuera de las campañas que defiende con todo
apasionamiento, apenas nadie sabía quién era ese diputado de a pie de suaves
modales con barba galadornada [Corbyn ha sido premiado varias veces con
la distinción a la “Barba del Año” del Parlamento].
Después de la disputa por el liderazgo más
abierta y democrática de la historia del laborismo – una elección regida por
reglas introducidas para apaciguar a la derecha blairista del Partido, que quería diluir la influencia de los
sindicatos – este hombre dispone de un mandato mayor que el de cualquier otro
dirigente laborista de la historia.