Natalia Ginzburg ✆ Paolo Galetto |
Este
verano hizo un siglo que nació Natalia Levi, a quien conocemos como
Natalia Ginzburg (por el apellido de su primer marido, que quiso
conservar), una de las voces más notables de la literatura italiana
del siglo XX, pese a que ella pensó siempre que era una autora
menor; pero no hay duda de que escritoras como ella (y como Elsa
Morante o Leda Rafanelli) componen una mirada imprescindible sobre el
novecientos italiano. Natalia Levi era una mujer sencilla,
observadora, a veces ensimismada, interesada en la vida cotidiana,
aunque fue arrastrada en el torbellino de la desgracia que llevó a
su primer marido a la muerte en las prisiones fascistas; era una
escritora que construyó a veces, como en su primera novela,
personajes que había visto desde su ventana o que se habían cruzado
con ella, gente común, personas que disfrutan, como ella, de las
pequeñas cosas de la vida, y lo hizo con una mirada a veces triste,
que, sin embargo, creía apasionadamente en el ser humano y en la
libertad.