Este fin de semana concluye la exposición de Armando Reverón en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). Todo un acontecimiento que podrán constatar en las crónicas que se han escrito al respecto.
Armando Reverón (Caracas 10-05-1889 / 18-09-1954), estudió a partir de 1908 en la Academia de Bellas Artes de Caracas con Herrera Toro y Pedro Zerpa. Egresado de ésta, marchó a España y luego a Francia, donde residió hasta 1914. En estos países pudo admirar a sus pintores preferidos Degas, Martín, Sisley, Cezanne, El Greco y Velásquez, entre otros. Al regresar a Caracas formó parte del Círculo de Bellas Artes.
Su obra pictórica está impregnada de la influencia de Nicolás Ferdinandov y de Emilio Boggio. A partir del año 1921 se radicó en Macuto, localidad del Litoral caribeño. La influencia impresionista despertó en él un sentido de observación poco común, y al tiempo que realiza una obra paisajística de gran originalidad, surge en su actividad subsconsciente un profundo universo de imágenes y símbolos oníricos que revelará a través de una pintura de contenido fantástico. En esta contradicción entre el mundo objetivo de la impresión visual con que traduce las formas del paisaje iluminadas por una luz intensa y aniquiladora del color del mar Caribe, y el rico mundo subjetivo, dieron como resultado a uno de los más grandes pintores venezolanos de todos los tiempos, y la exposición en la que se le rindió homenaje, es un testimonio de ello.