“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

17/2/09

Tienes que abrir una cuenta en dólares en Panamá


Ya estamos acostumbrados a los abusos de los bancos y los banqueros en Venezuela. Por siglos, décadas y años han venido haciendo exacciones brutales a nuestro país, que los ha convertido en el sector más rentable de la economía de Venezuela. Pero eso no los contenta. Quieren más y más. Por eso se embarcaron todos, sin excepción, en la aventura golpista y en el paro petrolero, apoyan las guarimbas y son generosos financiadotes de las campañas electorales de la oposición y de sus dirigentes.

Los bancos y los banqueros en Venezuela se han convertido en un problema, como un cáncer que corroe los mecanismos institucionales del país. Controlan los medios de comunicación, entre ellos Globovisión que es de la propiedad de un conocido banquero. Controlan la prensa escrita y la radio. Controlan el espectro electromagnético a través de DIRECTV, controlan los sistemas de cable. Podemos ver toda la basura que nos envían por satélite desde los Estados Unidos, pero no podemos ver a Cubavisión.

Hay concesionarios de automóviles que te exigen un determinado banco para hacer una sencilla operación de compra-venta. Una de las más ansiadas expectativas es “bancarizar” a todo el país, es decir que tenemos que pasar obligatoriamente a través de unas "caudinae faucae" muy particulares de este sector depredador, para alimentar la nunca saciada voracidad por el dinero. Mantienen “chequeada” a la población a través del famoso SICRI, del cual no se escapa nadie. Si tu le debes, aunque sea una mínima suma a un banco te rayas en todos.

Resumamos. El verdadero poder no está en Miraflores sino en la banca, que debería ser nacionalizada pronto, para evitar el colapso que están planificando para “estar a la par” con los Estados Unidos. Por eso abusan sin mesura, sin control alguno, porque la Superintendencia de Bancos está para controlar pendejadas y no lo sustancioso.

Toda esta perorata, porque es molesta e inoportuna, viene al caso al enterarme a través de un amigo, que Banesco, un caso concreto, además de la cantidad de documentos y de las garantías que normalmente debe consignar un usuario, exige que el interesado abra una cuenta en dólares en un banco de Panamá (por supuesto la filial del mismo banco) para que su solicitud pueda ser considerada como elegible.

Cómo será de poderosa esta entidad bancaria que en una página Web del Ministerio de la Defensa    aparece un “link” que nos lleva a Banesco, además del banco Mercantil, y abajo en tamaño pequeño, está la del banco Industrial. La sede principal de Banesco en Caracas ha sido bautizada como “Ciudad Banesco”, quizá porque aquella que la alberga le queda “chirriquitica”.

Si yo estoy enterado de este atropello, que además es violatorio de la ley, supongo que también lo debe estar la Superintendencia de Bancos, y la pregunta que surge es ¿qué van a hacer?, ¿seguir tolerando estos abusos? Yo no tengo más espacio que éste que me brinda Aporrea, pero desearía que alguien, en algún lugar se haga eco de esta denuncia y dé comienzo de inmediato a una averiguación y sancionar ejemplarmente a estos bandidos de cuello inmundo.

Para que mis lectores pasen este trago amargo (léase arrechera) les ofrezco la versión original de la canción “Macorina”, interpretada por la muy recordada Chavela Vargas.