Una placa de
Los gigantescos icebergs en los que se ha descompuesto esa área helada comienzan a dispersarse por el Océano Antártico.
Las consecuencias de este gran desprendimiento pueden ser de dos tipos: locales (positivas) y globales (negativas). Las locales pueden ser beneficiosas para la ecosistema de la zona ya que la gran cantidad de icebergs producidos por el desprendimiento, al fundirse, van a liberar una serie de sustancias que estimularán el aumento de plancton, lo que producirá una mayor cantidad de alimento que puede hacer crecer la fauna (como focas, ballenas y otras especies marinas".
Apenas hará aumentar el nivel del mar unos milímetros. Por otro lado existen también consecuencias negativas, tales como el incremento de la incidencia de los rayos solares sobre la Tierra, favoreciendo el calentamiento global; y el aumento del nivel del mar al fundirse las placas de hielo.
La superficie desprendida apenas hará aumentar el nivel del mar unos milímetros en todo el planeta. Lo que sucede es que sumado al deshielo continuado en los dos polos, si puede ser peligroso a largo plazo, ya que inundaría amplias zonas costeras de