“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

25/1/12

Nuevo Alfabeto y Normas Gramaticales

Se eliminan las letras “ch” y “ll”; la “y” griega es “ye”; o va sin acento; se suprime el acento ortográfico en el adverbio solo y los pronombres este, ese y aquel; los términos genéricos que se anteponen a nombres propios se escribirán en minúscula; no será correcto escribir palabras de otras lenguas sino se les señala con cursivas, salvo la forma adaptada al idioma español; los prefijos “ex”, “anti” y pro” ya no estarán separadas de la palabra que los precede; varían las grafías de quórum por “cuórum”, Qatar será Catar, Iraq por Irak y Tchaikovski por Chaikovski; ya no se escribirá “Papa” con letra inicial mayúscula, para hablar de la máxima autoridad de la Iglesia Católica, sino “papa”; se evitará la mayúscula inicial en “don”, “doña”, “fray”, “santo”, “san”, “excelencia”, “señoría”, “sor”, “vuestra merced”; los personajes de ficción irán siempre con mayúscula inicial; los vocablos como  güisqui equivalente a la palabra inglesa whisky o whiskey, y se escribirá “wiski”


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Lea más abajo la Nota del Editor
Definitivamente, las letras “ch” y “ll”, quedan fuera del alfabeto en español. Serán dígrafos, tal como la “rr”. Este cambio consiste en reducir el alfabeto, debido a que estas letras son combinaciones de otras que ya están incluidas en el abecedario. Desde el siglo XIX, las combinaciones de letras ch y ll eran consideradas letras del alfabeto, pero ya en la Ortografía de 1999 pasaron a considerarse dígrafos, es decir, “signos ortográficos de dos letras”. Sin embargo, tanto ch como ll permanecieron en la tabla del alfabeto. La nueva edición los suprime “formalmente”. Así, pues, las letras del abecedario pasan a ser 27.

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La “y” griega se llamará (ye), v (uve) y w (uve doble). Debemos perder la costumbre de señalar a la b, como larga, grande o alta, tampoco de “Bolívar” o peor, “de burro”. Nunca más debemos decir v corta, chiquita, pequeña o “v de Venezuela” y menos “de vaca”. Aunque en el caso de la w, la RAE sugiere “uve doble”, cuando nosotros la llamamos doble v. El nombre uve se origina para distinguir oralmente la “b” de la ‘v’, pues se pronuncian de la misma forma en nuestro idioma. Al decir uve (v), nunca se confundirá con la b (be), de allí la justificación para este cambio. En el caso de la y, es preferible el sonido ye y no “y griega”, por ser más sencillo de expresar y diferenciarse totalmente de la vocal i, llamada comúnmente i latina o i de iglesia.

Algunas letras de nuestro alfabeto recibían varios nombres: be, be alta o be larga para la b; uve, be baja o be corta, para v; uve doble, ve doble o doble ve para w; i griega o ye para la letra y; ceta, ceda, zeta o zeda para z. La nueva Ortografía propone un solo nombre para cada letra: be para b; uve para v; doble uve para w; ye para y (en lugar de i griega). El uso mayoritario en español de la i griega es consonántico (rayo, yegua), de ahí su nuevo nombre, mayoritario además en muchos países de América Latina. Por supuesto, la desaparición de la i griega afecta también a la i latina, que pasa a denominarse simplemente i.

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Las viejas ortografías se preparaban pensando en que todo el mundo escribía a mano. La conjunción disyuntiva “o” se escribirá siempre sin tilde. Aunque muchos insistan (todavía) en colocarle la tilde (ó) en la escritura corriente, únicamente se utilizaba en este caso: 5 ó 6 para diferenciarla del número 506. La nueva no ha perdido de vista la moderna escritura mecánica: de la ya obsoleta máquina de escribir al computador. Hasta ahora, la conjunción o se escribía con tilde cuando aparecía entre cifras (4 ó 5 millones). Era una excepción de las reglas de acentuación del español: “era la única palabra átona que podía llevar tilde”. Sin embargo, los teclados del computador han eliminado “el peligro de confundir la letra o con la cifra cero, de tamaño mayor”. Lo adecuado será; 4 o 5, que no se confundirá con el “405”.

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La supresión del acento ortográfico en el adverbio solo y los pronombres este, ese y aquel. Su uso no estará justificado, ni siquiera en caso de ambigüedad. Ej. Voy solo al cine a ver películas de terror (“solamente”) o, Voy solo al cine a ver películas de terror (“solo, sin compañía”). Por consiguiente, a partir de ahora podrá prescindirse de la tilde en estos casos, incluso en caso de doble interpretación, pues cabe colocar perfectamente sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo). Ej. Voy únicamente (o solamente) al cine a ver películas de terror. En el caso de las palabras “guion”, “hui”, “Sion”, “truhan” o “fie”, deben escribirse obligatoriamente sin tilde, (lo contrario será una falta de ortografía).

Hay dos usos en la acentuación gráfica tradicionalmente asociados a la tilde diacrítica (la que modifica una letra como también la modifica, por ejemplo, la diéresis: llegue, antigüedad). Esos dos usos son: 1) el que opone los determinantes demostrativos este, esta, estos, estas (Ese libro me gusta) frente a los usos pronominales de las mismas formas (Ese no me gusta). 2) El que marcaba la voz solo en su uso adverbial (Llegaron solo hasta aquí) frente a su valor adjetivo (Vive solo).

Como estas distinciones no se ajustaban estrictamente a las reglas de la tilde diacrítica (pues en ningún caso se opone una palabra tónica a una átona), desde 1959 las normas ortográficas restringían la obligatoriedad del acento gráfico únicamente para las situaciones de posible ambigüedad (Dijo que ésta mañana vendrá / Dijo que esta mañana vendrá; Pasaré solo este verano / Pasaré solo este verano). Dado que tales casos son muy poco frecuentes y que son fácilmente resueltos por el contexto, se acuerda que se puede no tildar el adverbio solo y los pronombres demostrativos incluso en casos de posible ambigüedad”, esto dice la comisión de la nueva Ortografía, que, eso sí, no condena su uso si alguien quiere utilizar la tilde. Café para todos. No obstante, la RAE lleva décadas predicando con el ejemplo y desde 1960, en sus publicaciones no pone tilde ni a solo ni a los demostrativos.

Hasta ahora, la RAE consideraba “monosílabas a efectos ortográficos las palabras que incluían una secuencia de vocales pronunciadas como hiatos en unas áreas hispánicas y como diptongos en otras”. Sin embargo, permitía “la escritura con tilde a aquellas personas que percibieran claramente la existencia de hiato”. Se podía, por tanto, escribir guion-guión, hui-huí, riais-riáis, Sion-Sión, truhan-truhán, fie-fié… La nueva Ortografía considera que en estas palabras son “monosílabas a efectos ortográficos” y que, cualquiera sea su forma de pronunciarlas, se escriban siempre sin tilde: guion, hui, riais, Sion, truhan y fie. En este caso, además, la RAE no se limita a proponer y “condena” cualquier otro uso, por lo que escribir guión será una falta de ortografía. (1)

Prácticamente ahora ya no se acentúa nada. El adverbio solo se acentuaba cuando te referías a solamente, si lo usas de adjetivo se escribía sin acento. Se pueden presentar casos curiosos de interpretación, por ejemplo: "He comido solo muchas veces" (1)

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Los términos genéricos que se anteponen a nombres propios se escribirán en minúscula: golfo de Venezuela, península de Araya, islas Galápagos, etc.

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No será correcto escribir “piercing, catering, sexy, judo o  manager” (es decir: piercing, catering, sexy), si no se hace en cursiva o entre comillas, para remarcar su origen extranjero, como es la norma para este tipo de vocablos. Solo pueden escribirse sin cursiva, la forma adaptada al idioma español de estas palabras: pirsin, cáterin, sexi, yudo y mánayer. Otros ejemplos: smoking > esmoquin; camping >campin; bricolage > bricolaje, entre otros.

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Los prefijos “ex”, “anti” y pro” ya no estarán separadas de la palabra que los precede. Ej. “Provida, expresidente,  anticonstitucional”. Tradicionalmente “ex”, “anti” y pro”, debían escribirse separados de la palabra que las precedía, pero ahora se irán unidos, como el caso de “exesposa” y “provida”. Por lo tanto, no existen ex presidentes ni ex maridos, etc., pasaron a ser “expresidentes” y “exmaridos” (junto, no separado). Únicamente las expresiones compuestas como; alto comisionado, capitán general, podrán utilizar los prefijos “ex” y “pro” en forma separada. Ej. Ex alto comisionado, ex capitán general, pro derechos humanos, etcétera. Igualmente varían las grafías de quórum por “cuórum”, Qatar será Catar, Iraq por Irak y Tchaikovski pasará a escribirse Chaikovski.

Aunque no siempre lo fue, la letra k ya es plenamente española, de ahí que se elimine la q como letra que representa por sí sola el fonema /k/. En nuestro sistema de escritura la letra q solo representa al fonema /k/ en la combinación qu ante e o i (queso, quiso). Por ello, la escritura con q de algunas palabras (Iraq, Qatar, quórum) representa una incongruencia con las reglas. De ahí que pase a escribirse ahora: Irak, Catar y cuórum. Si alguien prefiere la grafía anterior, deberá hacerlo como si se tratase de extranjerismos crudos (Qatar y quorum, en cursiva y sin tilde).

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Ya no se escribirá “Papa” con letra inicial mayúscula, para hablar de la máxima autoridad de la Iglesia Católica, sino “papa”, con minúscula. Pueden escribirse en mayúscula solo, aunque no obligada, cuando no van seguidos del nombre propio: “La recepción a Su Santidad será en el palacio arzobispal”. Sin embargo, es obligada la minúscula, en este caso: “Esperamos la visita de su santidad Benedicto XVI”.

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Se evitará la mayúscula inicial en “don”, “doña”, “fray”, “santo”, “san”, “excelencia”, “señoría”, “sor”, “vuestra merced”, aunque se admite la mayúscula inicial en los tratamientos protocolarios de las más altas dignidades (su santidad, su majestad, su excelencia).

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Los personajes de ficción irán siempre con mayúscula inicial (Aureliano Buendía, Harry Potter, Mafalda) y también lo harán aquellos formados por nombres comunes: “Caperucita Roja”, “el Gato con Botas”, la “Cucarachita Martínez”.

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Los vocablos como  güisqui que es grafía correcta actual en español equivalente a la palabra inglesa whisky o whiskey, se escribirá: wiski.


Omar Montilla
Nota del Editor
No estoy de acuerdo con algunos de los cambios a la ortografía hechos por la Real Academia Española, y en mi ayuda he recurrido a un experto para ilustrar a nuestros lectores, por lo que recomiendo leer al académico Javier Marías en su artículo titulado “Refutando las nuevas normas de la Real Academia”, publicado en GRAMSCIMANÍA, donde resume con mucho rigor, y con ciertas dosis de sarcasmo, las objeciones que tiene en cuanto a estos cambios que se han introducido en nuestra lengua común, que obviamente comparto.