Parte de la dinámica que está derivando en la tensión
mundial que observamos, incluidos los efectos que se perciben en nuestro país,
tienen un origen en la crisis mundial económica, que no solo es producto de una
mala gestión económica, sino porque está derivando en una disputa geopolítica,
donde las consecuencias no dan espacio para el optimismo. La arrogancia de los
líderes políticos les impide admitir los errores en su ideología e insisten en
sostener un modelo económico con ciclos críticos de mayor duración y
envergadura, caracterizado por un daño que se causa a miles de millones de
personas, una vergonzosa concentración de la riqueza, el dominio monetario, la
caída sistemática del empleo, la disminución productiva y la especulación
financiera entre otros efectos.
Examinemos brevemente, como ha llegado el mundo a esta condición crítica de tensión mundial. Concluidas las dos guerras mundiales, la principal economía mundial, los Estados Unidos, vive varias décadas de auge hasta que en los años 70´s, se perciben que los beneficios de la post guerra empiezan a declinar porque los costos han aumentado, acelerados abruptamente por la crisis del petróleo, que tuvo su origen en otra intervención de EE UU en el medio oriente. Las dos guerras mundiales ocurren en Europa y una tercera guerra no sería extraño que tuviera como escenario a Europa y el medio Oriente, con una salvedad, los avances tecnológicos en armamentos, hace suponer que el territorio norteamericano se vería seriamente afectado. Las guerras dejaron la infraestructura de Europa y Japón en el suelo, lo que obligó a reconstruir los países desbastados y sus industrias productivas, incorporando los avances industriales y tecnológicos que se habían logrado en los años 50, 60 y 70, y que no se habían aplicado, esperando oportunidades ventajosas o propicias para hacerlo, tal como ocurre hoy con numerosas innovaciones.
En el caso de EE UU, la industria de guerra quedó intacta y
fue adaptada para la producción civil, mucha de ella estaba desde antes de
1900. A fines de los 60´s se nota la obsolescencia debido a la producción
renovada de Europa, especialmente de Asia. Pero además, se produjo otro
fenómeno muy importante de recordar, la desmantelación sistemática de la
política del New Deal, aplicada por el Presidente Rooselvet, que sacó a EE UU
de la gran recesión de 1929. Estos factores son claves para entender la
aplicación de los primeros diseños de la ingeniería financiera, que parten con
el gobierno republicano de Ronald Reagan, generando a partir de 1981, tres
decenios de la mayor desregulación económica, orquestada por hombres como
Donald Reagan, Alan Greenspan, Robert Rubin, Lawrence Summers, etc. Lo señalado
tiene vital importancia para entender lo que sucede en la actualidad, porque
las conexiones del imperio del dinero son transversales y secretas. A
Robert Rubín se la atribuye el inicio de una política, en tiempos de Clinton,
(ya señalamos lo de la transversalidad) que permitiera a EE.UU., crecer sin
inflación, manteniendo la hegemonía del dólar y que aumentara la riqueza de los
norteamericanos. El único período con excedentes se logró en el mandato de Bill
Clinton. Con anterioridad, Reagan y Bush (padre), aumentaron el déficits,
luego Bush (hijo) hasta B. Obama, elevaron la deuda fiscal a más de 105 %
del Pib.
La respuesta que dio Rubín fue, globalización, desregulación
financiera, importación de productos baratos y déficit comercial
financiado por un superávit de capital. Lo que se perseguía era proveer a EE
UU., de productos extranjeros generados con mano de obra barata,
incrementar la hegemonía americana inundando los mercados con dólares como
moneda de pago y emitiendo deuda que permitiría pagar los déficits en Cta. Cte.
A su vez, los organismos satélites como el Banco Mundial, FMI, etc.,
orquestaban planes de “ordenamiento” económico para presionar a los países
políticamente o militarmente para abrir las economías. La economía global debía
crecer, lo cual aseguraba la formación de más reservas en dólares en los países
extranjeros, para permitir financiar los enormes saldos deficitarios fiscales
de EE UU, lo cual requería dejar dólares fuera de EE UU, para contender la
inflación interna y evitar la desvalorización de la moneda a nivel global. Hoy
las reservas en el extranjero suman US$ 12 millones de millones, y la deuda
fiscal de Estados Unidos es de US$ 17,7 millones de millones, y existen US$
10,8 millones de millones estacionados en los bancos, lo cual significa que
mayoritariamente los millones de millones de dólares del QE3 de la Fed, han ido
a parar a cuentas bancarias del 1% del sector más rico de los norteamericanos.
Los desequilibrios que empiezan a producirse en la economía y las finanzas, tiene como primer responsable al modelo económico neo liberal patrocinado por las políticas de derecha que ha acumulado una deuda fiscal mundial global de US$ 100 millones de millones, donde los TLC aumentaron el mercado globalizado y sirvió para que los grupos transnacionales tomaran posiciones dominantes de mercado. En Chile la orden llegó en forma de dictadura para abrir la economía de un zarpazo, con las armas, lo que incluyó la revolución universitaria del año 81 de Pinochet, que encuentra en Jaime Guzmán a uno de sus defensores más radicales, con frases como, “La decisión de terminar con esta injusticia social, y que cada persona pague el valor de su educación superior, alcanza la mayor importancia ética dentro del camino hacia una sociedad más justa”. Treinta y tres años después la falsedad ideológica queda demostrada por la cantidad de políticos de derecha dueños y lucrando con las universidades y no solo respecto de la política universitaria, sino porque se había creado una de las sociedades más injusta y con peor distribución de la renta, la chilena.
La globalización económica es producto de la ingeniería
económica, creada para expandir mundialmente la economía de mercado con el
dólar como ariete, con la finalidad de trasladar la riqueza a Estados Unidos,
imprimiendo billetes, emitiendo deuda y distribuyendo en todo el mundo los
“mágicos” instrumentos bancarios con activos financieros “basura” que llamaron
“CDO”, “SIV”, “SVP”, etc., que nadie sabía lo que contenían pero que
todos compraban por su gran rentabilidad, hasta que llegó el desastre financiero
del 2008, con recesión en todo el mundo y desequilibrios monumentales entre la
economía real y la valoración financiera que reventó con la burbuja.
La locura financiera no ha terminado. A partir del 2009,
cinco años después seguimos en crisis y se estima en US$ 12 millones de
millones las emisiones de los bancos centrales, porque a la fiesta de EE UU.,
se han unido además Japón, el Reino Unido, Europa, con tasas de casi 0 %.
Lo que está en riesgo hoy es el modelo que sustenta la hegemonía económica y
monetaria de Estados Unidos. Países como Rusia están desechando seguir
utilizando el dólar como moneda de pago y están firmando contratos con su
propia moneda u otras en temas vitales como el petróleo, en consecuencia, las
tensiones por Ucrania que está arrastrando a Europa a hundirse en una mayor
recesión, esconde la disputa hegemónica. Falta a futuro que se incorpore el
rol, en este mismo sentido, que jugará China, porque está latente otro peligro,
la corrección bursátil producto de una gran burbuja que hará caer las
bolsas, sostenidas solo por la cantidad de dólares emitidos por los bancos
centrales, pero que al no tener respaldo en los resultados reales de las
empresas, terminará por botar los precios de todos los activos sobre valorados.
Las burbujas se forman por la excesiva oferta de dinero que
eleva los precios de los activos, y que hoy se estiman sobrevalorados en cerca
del 80% según diversos ratios de valoración aplicados. Luego la sola mención de
aumentar las tasas de interés por la Reserva Federal de Estados Unidos,
repercuten en caídas de las bolsas, que alertan del aumento de las tasas.
La mayor deuda acumulada, produce más costos por los intereses a financiar,
repercutiendo en más déficits en una economía débil. Además, acarrea la
cesación de pagos como ocurrió con las crisis de las Compañías punto Com,
o la deuda Sub prime de las hipotecas que produjeron parálisis económica
y barrió con años de trabajo de la ciudadanía. Existen dos ejemplos de nuevas
deudas que es bueno mencionar. La venta y el aumento de vehículos nuevos se han
financiado con más deuda. El 60% de los norteamericanos dicen que no podrían
llegar a US$ 400 en caso de emergencia sin pedir prestado o empeñar algo, su
ahorro no es más de 5 % y un alza en los costos por intereses sin que vaya
acompañado de un aumento de las remuneraciones, produce impagos. El otro caso
que está presente, es la deuda de los estudiantes, que adquirió características
desbordadas.
La Reserva Federal planea imponer a los bancos más grandes
de EE.UU. un nuevo sobrecargo de capital para obligarlos a elevar sus reservas
contra posibles pérdidas y así reducir el riesgo de que algunas firmas
sigan siendo "demasiado grandes para quebrar", lo que disminuye los
ingresos en la banca, pero además, es una manera clara de notificar la
incertidumbre que existe en la economía. Según Jim Reid, de Deutsche Bank
"Es probable que sea necesario que la burbuja continúe con el fin de
mantener el actual sistema financiero global y el necesario desapalancamiento futuro”,
Lo que no dice Reid es que sólo el "1%" se beneficia de la
burbuja. La riqueza y los ingresos de todos los demás son cada vez menores, lo
que la FED se ha visto obligada a admitir.
Hemos llegado a un punto en que la crisis económica revela
una crisis mayor, que es la corrupción política. Para muestra un botón, en
Chile, el Sr. Armando Lolas, Vice Director del Proyecto Alto Maipo, reconoció
en entrevista publicada el 05/09/2014, que solo pueden generar 190 MW y que el
80% de esta energía sólo sería para alimentar la minera los Pelambres de la
familia Luksic y todos sabemos que hay importante políticos que han trabajado o
trabajan para dicho grupo. Chile, Panamá y Costa Rica lideran la lista de
los países más competitivos de Latinoamérica, según reciente clasificación
mundial elaborada por el Foro Económico Mundial. Pero se habla poco de los
altos costos de vida que pagan los chilenos en alimentos, locomoción, vivienda,
educación, servicios y otros, incluso mayores que en las economías
desarrolladas, salvo que los ingresos de la mayoría de los trabajadores
chilenos promedian los US$ 600, valor que en los países desarrollados sería,
vivir en la extrema pobreza.
En el orden internacional, en este afán de imponer un modelo
neo liberal fracasado, con fuertes orígenes religiosos, nos traslada al
resurgimiento de los yihadistas y su Estado Islámico, cuya postura religiosa es
aún más inamovible. Producto de otra intervención armada, la invasión de Irak
ocurre cuando Bush mintió al mundo sobre la existencia de armas de destrucción
masiva. La intervención en Irak no fue para derrotar a Hussein,
sino para trasladar la riqueza petrolera a EE UU, cuyas consecuencias aún no
terminan y están en plena dinámica. Puede ser el gatillante de una tercera
guerra mundial. Algunos creen que las palabras libertad y democracia, conceptos
que para los propios occidentales resultan vacios, se les puede aplicar a otros
a sangre y fuego. Primero invadiéndolos y luego bombardeándolos para “asentar”
estas “jóvenes democracias” como las llama Henry Kissinger. Es la misma
falsedad de conceptos que nos agobian a todos, moros y cristianos, musulmanes y
hebreos, negros, etc. “Cuando los hombres creen no temer más que a su Dios, no
se detienen en general ante nada”. Barón Holbach, siglo XVIII.
Nuestro gran problema como sociedad, es que virtualmente
toda la comunicación es digital y esté cifrada o no, las agencias
gubernamentales tienen acceso a ellas y empresas como Google, Microsoft,
Twitter, Facebook etc., están dispuestas a entregar información detallada
de cada movimiento que realizan las personas. Lo que no entienden quienes
controlan el mundo, es que cuando las injusticias de todo orden sobrepasan
cierto límite, nada importa hasta recuperar el equilibrio. Lo que no sabemos,
es si habrá un ganador ante una tercera guerra mundial.
http://g80.cl/ |