Camilo Torres Restrepo ✆ Calarcá |
Concebida así la sociología puede ser una ciencia que establezca un piso en común, entre gentes de diversa ideología” buscando colaboración entre las ciencias sociales positivas. En su programa de sociología de 1960, establece como libro de texto Economía y Sociedad de Max Weber y como libro de consulta Economy and Society de T. Parsons.
Camilo explicita su concepción de la Facultad frente a distintos ataques que distorsionaban su papel. Explica
la oposición en razón de la situación de subdesarrollo cultural como producto
del colonialismo que induce a la sumisión y al anacronismo de las mentalidades.
Por ello se repasan propósitos misionales:
1. La búsqueda de lo empírico-positivo para la objetividad.2. El trabajo en equipo para garantizar mayores aportes tanto en hechos, datos y cifras como en lo cualitativo, en la construcción conceptual y en la formulación de su tesis.3. Jerarquizar los problemas enfatizando en los más urgentes, sin desconocer que: “Los estudios siempre serán un aporte a la ciencia, si son hechos seriamente”.4. La importancia de la extensión como divulgación de los resultados investigativos, libros, revistas y conferencias para: “en una palabra, crear una mentalidad en el público en general”.
Y agrega sabiamente: “Una institución universitaria depende de
toda la sociedad que la rodea, tanto para su existencia, como para su actividad
y para la absorción de sus egresados”. Camilo, al defender la trascendencia de
la sociología no soslaya la importancia del marxismo en las ciencias sociales y
humanas. Denomina con gracia a “Marx, genio aficionado a la sociología”. El
autor concluye con esta valoración positiva: “Dado el retardo que Colombia
siempre ha manifestado, respecto de la evolución mundial, es realmente
admirable que hoy tenga la primera facultad de sociología de América Latina.
Esto muestra un progreso real no solamente en el campo universitario sino en la
mentalidad en general del país”.
En su escrito “El problema de la
estructuración de una auténtica sociología latinoamericana" (1961), Camilo situó
la encrucijada de la sociología latinoamericana en la combinación de
anacronismo y colonialismo. El lento proceso de emancipación se dio situando a la
sociología en nuestras realidades, profesionalizándola con una camada de sociólogos
provenientes de Europa y Estados Unidos que investigaron en forma
empírico-positiva y crítica al continente.
Nuevos acentos de método reclama Camilo a
la enseñanza de la sociología:
1. Insistir en “las prácticas sobre el terreno”, en las salidas de campo.2. Combatir “el memorismo irracional en los alumnos”.3. Superar el nominalismo que “hace más énfasis en la terminología que en la observación de la realidad”.4. No confundir la objetividad con la cobardía.5. Definir un marco científico de validez general internacional y la participación en las realidades de cada país y continente.
Camilo distingue lo
empírico-objetivo de los juicios de valor, esta perspectiva le permite proponer
que no se pueden rehuir temas como cambio y revolución, reforma agraria, la
comunidad y el imperialismo. La sociología, como todas las ciencias sociales y
humanas, no tiene temas prohibidos.
En su artículo “Un nuevo paso en la
sociología latinoamericana” (1961), muestra con optimismo la llegada a la mayoría
de edad de la disciplina. Allí formula la tesis de que el desarrollo social es
imposible en Colombia sin un cambio en las estructuras socioeconómicas. El 10
de junio de 1962, los estudiantes conmemoraron sus aniversarios emblemáticos,
los cuales terminaron en desórdenes y con la cancelación de la matrícula a 10
estudiantes. El Consejo de la Facultad aprobó una declaración redactada por
Camilo solicitando el debido proceso. El Cardenal le ordenó su retiro de la
Universidad y de la Capellanía.
Otro estudio relevante es de la “Violencia y los cambios socioculturales en las áreas rurales colombianas” (1963). Camilo despliega su formación teórica (Redfield y otros) y su capacidad de síntesis, en tanto su reflexión gira en torno al aporte de Germán Guzmán en “La Violencia en Colombia”. Desde allí plantea la necesidad de reconocer lo que la violencia determina como cambio. En este estudio formula una circularidad entre los métodos, inductivos y deductivos: de lo general a lo particular y de lo particular a lo general, como complementarios.
El otro escrito importante va a ser “La
revolución Imperativo Cristiano” (1964), en la que precisa su postura teológica
de amor al prójimo, la fe en Dios, la caridad y las obras como opción por los
pobres: “El problema no es de exclusión sino de prioridades, de política en la
acción apostólica; en una palabra, de pastoral”. Además se vinculó a la
fundación de la Acción Comunal del Incora y de la ESAP. Camilo fue cristiano,
sociólogo, universitario y revolucionario.
Ricardo Sánchez Ángel es Decano de la Facultad
de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia