La Izquierda, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y Los
Verdes construyeron ayer los cimientos de una nueva e inédita coalición de
gobierno en Alemania, que regirá en el germano oriental estado de Turingia,
aunque puede llegar a convertirse en un experimento político con futuro a nivel
nacional.
Aunque la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel, fue la ganadora de los comicios celebrados hace ya más de dos meses en el citado territorio, el pacto alcanzado por las tres formaciones de izquierdas y ecologista ha acabado con un cuarto de siglo de hegemonía conservadora. Novedad es que por primera vez desde la caída del Muro de Berlín un estado tendrá como primer ministro a un dirigente de La Izquierda, el partido surgido de las cenizas del comunismo en la extinta República Democrática Alemana.
Aunque la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel, fue la ganadora de los comicios celebrados hace ya más de dos meses en el citado territorio, el pacto alcanzado por las tres formaciones de izquierdas y ecologista ha acabado con un cuarto de siglo de hegemonía conservadora. Novedad es que por primera vez desde la caída del Muro de Berlín un estado tendrá como primer ministro a un dirigente de La Izquierda, el partido surgido de las cenizas del comunismo en la extinta República Democrática Alemana.