“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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20/7/15

Alemania termina con Grecia, la cuna de Occidente

José Pablo Feinmann    |   Durante el reciente Foro del Pensamiento Latinoamericano realizado no hace mucho en San Miguel de Tucumán, muchos de los disertantes unieron la situación de Suramérica con el trágico destino que amenaza una vez más a los griegos, nada menos que a ellos que pasan por ser –para la tradición europea y para muchos de sus más eminentes filósofos– la cuna de la civilización occidental. Así, en uno de esos momentos de flojedad, descanso o reposo que se producen en estos eventos (y que son a menudo los más fructífero) me encuentro tomando un café con Jorge Alemán, a quien quiero y admiro. Me dice: “Lo de Grecia es increíble. La propia Europa se empecina en destruir a los griegos, a los de hoy que heredan a los de ayer en quienes Occidente encuentra su origen, el surgimiento de la tragedia, Homero, la filosofía. ¡Si Heidegger resucitara y viera esto! Pobre, se muere otra vez. Lo que hace Alemania es demencial”.

(Me pareció una mirada original, brillante. Me puse a pensar a partir de ahí. Aclaración: es la primera y última vez que te cito, querido Jorge. De aquí en más procedo a apropiarme de esta idea, tal como tu admirado Lacan se adueñó de tantas de los más grandes filósofos que lo precedieron, sobre todo Heidegger, y nunca los citó.)

9/7/15

De Marx a Hartz – Una historia de renuncias en el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD)

El partido socialdemócrata más antiguo del mundo ha dejado atrás el marxismo, el socialismo, el Estado del Bienestar, a la clase obrera y ahora, a Grecia
Roger Suso   |   Escribir sobre la socialdemocracia es escribir sobre algo que ya fue. El partido socialdemócrata más viejo del mundo, el alemán, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD, por sus siglas germánicas), es hoy una caricatura de lo que fue. Un giro de 360 grados: de Karl Marx al liberal Friedrich Hayek, premio Nobel de Economía en 1974, pasando por Bodo Hombach, el ideólogo neoliberal del ex canciller Gerhard Schröder.

Pero situémonos justo después del Oxi (No, en griego) para radiografiar, de nuevo, a la socialdemocracia alemana, una socialdemocracia, cabe recordar, que comparte el Gobierno con la hegemónica canciller Angela Merkel. El primero en salir en público fue Martin Schulz. El presidente del Parlamento Europeo y una de las voces más poderosas dentro del SPD declaró en la televisión pública en prime time que "muy pronto Grecia va a necesitar ayuda humanitaria". El discurso del miedo. Una distorsión de la realidad y una manipulación del concepto. Como si Grecia fuese Sudán del Sur.

26/11/14

Renacer de la izquierda en Alemania | Bodo Ramelow gobernará el estado de Turingia

Bodo Ramelow será el primer ministro
de estado de Turingia, antigua RDA
Juan Carlos Barrena
La Izquierda, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y Los Verdes construyeron ayer los cimientos de una nueva e inédita coalición de gobierno en Alemania, que regirá en el germano oriental estado de Turingia, aunque puede llegar a convertirse en un experimento político con futuro a nivel nacional.

Aunque la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel, fue la ganadora de los comicios celebrados hace ya más de dos meses en el citado territorio, el pacto alcanzado por las tres formaciones de izquierdas y ecologista ha acabado con un cuarto de siglo de hegemonía conservadora. Novedad es que por primera vez desde la caída del Muro de Berlín un estado tendrá como primer ministro a un dirigente de La Izquierda, el partido surgido de las cenizas del comunismo en la extinta República Democrática Alemana.

6/11/13

En torno a La lucha contra el fascismo en Alemania

Hernán Camarero  |  El nazi-fascismo fue la mayor experiencia contrarrevolucionaria del siglo XX. Para el movimiento obrero y el socialismo internacional, su peor enemigo. Su estudio devino en un insumo vital para el desarrollo de un pensamiento estratégico. El destino quiso que León Trotsky, un referente clave de la tradición marxista clásica, fuera el encargado, sobre la base de su propio protagonismo, de ofrecer una explicación teórica, no solo sobre la Revolución Rusa, sino también acerca de esos dos fenómenos reaccionarios contemporáneos: el estalinismo y el fascismo.

La actual reedición en castellano de ‘La lucha contra el fascismo en Alemania’, que compila todos sus escritos sobre la temática, es una oportunidad para reexaminar esa elaboración, desplegada al calor de los acontecimientos. El título constituye la tercera entrega de las Obras Escogidas del autor, a cargo del CEIP León Trotsky/Ediciones IPS (Buenos Aires), en coedición con el Instituto del Derecho de Asilo/ Museo Casa de León Trotsky (México). Se

26/9/13

Resultados electorales en Alemania | Informaciones periodísticas y sesgadas conclusiones

Salvador López Arnal  |  La termodinámica, el germanismo documentado y la lectura crítica y atenta de la obra filosófica de Manuel Sacristán suelen ser excelentes ingredientes para la reflexión política. Manuel Monleón Pradas está armado de todos estos ingredientes (y de más elementos críticos por supuesto). Los resultados son los esperables. En él tomo pie para la siguiente nota. Sigo su propia estructura [1]:

Hecho: elecciones alemanas de 2013.

Información (noticieros, tertulianos): “extraordinario triunfo de la Merkel, no habrá cambios en la política europea, los liberales se quedan fuera del parlamento, los Verdes bajan”. Eso es todo, señala MMP, apenas se da otra información sobre lo sucedido.

Ilustraciones: “El rodillo que cambió Alemania”. “La líder política recibe el mandato de un país que respalda su pragmatismo”. “El triunfo de la canciller cambia el mapa político alemán”. “El Gobierno español celebra la

4/5/13

El ‘Diktat’ alemán / Humillar la arrogancia alemana siempre ha traído consigo mucha destrucción material y humana

Boaventura de Sousa Santos

La reunión del 9 de abril entre el secretario del Tesoro norteamericano y el superministro alemán Wolfgang Schäuble demostró que el fundamentalismo neoliberal impera hoy más en Europa que en Estados Unidos. A la recomendación realizada por Jacob Lew en favor de que Europa atenúe el énfasis en la austeridad y promueva el crecimiento económico respondió secamente el ministro alemán que “en Europa nadie ve contradicción entre consolidación fiscal y crecimiento” y que “debemos abandonar este debate, según el cual hay que optar entre austeridad y crecimiento”.

Demostrar que existen alternativas al Diktat alemán del nacional-austeritarismo, y que éstas son políticamente viables, es el mayor desafío que hoy han de afrontar las sociedades europeas, la portuguesa incluida.

2/2/13

La revolución alemana de 1918-1919 / Apasionada y lúcida crónica de una revolución poco conocida

Jesús Aller

La revolución alemana de 1918-1919, de Sebastian Haffner, Inédita editores

Aun reconociendo la nube de silencio y tergiversación que empaña muchos procesos revolucionarios del siglo XX, es muy probable que entre todos ellos no pueda encontrarse uno más silenciado y tergiversado que la revolución alemana de 1918-1919. Conocer sus detalles nos depara muchas sorpresas y no es la menor que los autores en este caso de la feroz represión de una revolución esencialmente pacífica y asamblearia, que incrementaron su infamia además con un comportamiento pleno de fingimiento y traición, profesaban la misma ideología de los que luego caminan por toda la historia del siglo XX acumulando un inmenso poder y con la cabeza alta de los que nunca han roto un plato.

26/9/12

La fiebre del oro / El expolio de la República Democrática Alemana [RDA]

Ángel Ferrero

Con la caída del Muro de Berlín la historia entró de lleno en todo el bloque oriental. Lo hizo como capitalismo dinámico y como «destrucción creativa». Es una parte de la historia de Europa que no figura en los libros de texto, ni de la que los medios de comunicación escriben artículos conmemorativos, porque, como recordarán, se había producido «el fin de la historia», aquella perversión hegeliana acuñada por Francis Fukuyama y explotada a la perfección por los think tanks estadounidenses. La proclamación de la “victoria de la Guerra fría” nunca fue suficiente para los ganadores. Había que clavar la cabeza del enemigo en una lanza y pasearla por todos los rincones del país chorreando sangre. En la mejor y más ancestral tradición germánica, se sobreentiende. Y eso fue exactamente lo que hicieron las élites políticas y económicas alemanas. Cuando un periodista le preguntó a Lothar Späth, a la sazón miembro del Presidium de la CDU, si la terapia de choque económica para la República Democrática Alemana era una forma de capitulación incondicional, éste respondió lacónicamente: «le contestaré brutalmente: sí». [1]

5/8/12

¿Tenía razón Descartes? / La sabiduría racional está en el empleo de la sonrisa, la mano abierta, la bondad y no en el egoísmo, que es violencia

René Descartes Vahr
Osvaldo Bayer

Lástima que el filósofo Descartes no vuelva a nacer hoy en esta Europa. Me asomo a la ventana. Veo pasar a la gente, con prisa. Me digo: no hemos aprendido nada. Anoche vi en la televisión las airadas disputas de economistas europeos, escuché la radio con severas críticas al titular del Banco Europeo por sus anuncios. Leo los diarios: Europa no camina, Grecia, Italia y España en sus últimas oportunidades de salvar a la economía. Dicen que la culpa la tiene Alemania. Alemania sostiene: no tenemos por qué los alemanes pagar todos los desaciertos de los demás europeos. Discusiones, planes. Un momento, señores: ¿y la Lógica? No, la palabra dominante no es la Lógica sino, ¿cómo salvar al euro? Cada economista tiene su plan y nadie se pone de acuerdo. Todos tienen razón y le echan la culpa al vecino. La solución está para ellos en aumentar los impuestos, rebajar los sueldos, dejar cesantes a todos los que empiezan a cobrar. Nadie piensa en cambiar el sistema ni aprender de los fracasos cada vez más seguidos. Pero el problema es que la gente sale a la calle. Y a la pobreza y la desocupación no se las soluciona con palos, rejas y expulsión de extranjeros... ¿Cómo? ¿Y qué pasó con el capitalismo que iba a solucionar todos los problemas por sí mismo?

Alemania, que es el mejor país europeo en lo económico, acaba de anunciar que el Deutsche Bank va a dejar cesantes a 1900 empleados. Pensemos en ellos, mirémosle la cara a cada uno, pensemos en sus familias, en los años perdidos en aprender ese oficio siempre pleno en novedades, el sentirse cómodos de trabajar en una entidad que sólo ha tenido ganancias desde su origen. Y ahora, a la calle. Además, lo irracional e inexplicable de todo esto es que el mismo Banco anuncia que en el último período ha tenido una ganancia neta de 9000 millones de euros. Pero como en el anteúltimo período tuvo una ganancia mayor, de 13.000 millones de euros, entonces se llegó a tomar la decisión de las cesantías de casi dos mil empleados. No hay una explicación ética para esta medida. Porque la menor ganancia no la tienen que pagar los empleados, más cuando los altos ejecutivos ganan sueldos de pura fantasía.

3/8/12

El nacionalismo alemán durante el siglo XIX

Glorimar Rodríguez González

El siglo XIX fue época de florecimiento de ideologías. Una de las ideologías que marcó este siglo, y el siguiente, fue el nacionalismo. Ernest Gellner define nacionalismo como un principio político que sostiene que debe hacer congruencia entre la unidad nacional y la política.(1) Para los nacionalistas, es inaceptable que un foráneo dirija su gobierno.(2) Esto quiere decir, que el nacionalismo es una teoría de legitimidad política que dispone que los límites étnicos no deban contraponerse a los políticos.(3) Este movimiento, con las influencias de las ideas de libertad y nación junto al romanticismo, va a convertirse en una fuerza de las naciones sometidas a otros estados y en los casos de que estén divididas lucharán por lograr su unidad.(4)

El movimiento cultural que dio un gran impulso al nacionalismo fue el romanticismo.(5) Donde mejor se vio ejemplificada la relación de ambos fue en Alemania.  El nacionalismo acabó dominando tanto la política como el pensamiento alemán.(6) Decía el francés Lamenais, que el alma de los pueblos estaba por encima de su organización material.(7) Los alemanes coincidieron totalmente con el pensamiento del francés Lamenais.(8)

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El nacionalismo tenía como base la voluntad del pueblo de identificarse emocionalmente con su nación y de movilizarse políticamente.(9) No hubo un solo nacionalismo, ya que se iba desarrollando de distintas maneras en las diversas naciones europeas. Los nacionalistas tenían como objetivo resistir, expulsar, derrotar, conquistar, someter o eliminar al extranjero.(10) Los políticos nacionalistas afirmaban la  causa nacional y excluía a todas las demás. Este movimiento político era fundamentalmente territorial, su modelo básico era el estado territorial de la Revolución francesa. La periódica emigración y el asentamiento de campesinos rebeldes reforzaban las comunidades exiliadas.(11)  Fue con estos movimientos que las ideas de la Revolución francesa se expandieron.(12)

27/6/12

Margarete Mitscherlich-Nielsen / La gran dama del psicoanálisis alemán

Foto: Margarete Mitscherlich-Nielsen
Fernando Mires

El 12 de junio de 2012 murió, pronta a cumplir 95 años, Margarete Mitscherlich-Nielsen, la gran dama del psicoanálisis alemán.

Puede que alguien opine que el término alemán está de más ya que el psicoanálisis carece de nacionalidad. Y si hubiera que adjudicarle procedencia habría que hablar, como llego a ser usual, de una “ciencia judía”. Pero no; ese no es el tema. Digo “alemán” en otro sentido.

Digo alemán porque la psicología de Margarete, junto con la de quien fuera su esposo, el psicoanalista Alexander Mitscherlich, tuvo como punto de referencia la realidad alemana de post-guerra. El clásico libro que escribieron juntos, Die Unfähigkeit zu trauern traducido al español como La incapacidad de sentir duelo, marcó -no sólo en la historia del psicoanálisis- un hito. Para todos quienes quieran analizar las razones que llevaron a casi todo un pueblo a entregarse en los brazos de un caudillo endemoniado es, todavía, el libro de los Mitscherlich, imprescindible lectura.

La incapacidad de sentir culpa se convirtió en muchos ex-adictos del nazismo en la negación de la propia biografía. Quien ha leído por ejemplo “Opiniones de un payaso” puede que entienda mejor lo que estoy diciendo. La familia exitosa que construye su vida sobre la ruina de un pasado nazi relegado al olvido, no fue una simple invención de la gran novela de Heinrich Böll.