Especial para La Página |
Mientras mis alumnos practicaban sendos ejercicios
retóricos, pude meditar en la segunda conferencia de Williams James, impartida
en el Manchester College (1909). El nombre de la diatriba fue: `El idealismo
monista´. La tesis central fue esta: "defensa de la visión pluralista en
oposición a la visión monista". El filósofo, como el artista, busca la
totalidad del mundo, mientras que el científico busca sólo especializarse en
ciertas áreas del saber.
James sostiene que le parece raro que "el pluralismo radical haya tenido tan poca aceptación entre los filósofos". Los filósofos no quieren dejar nada fuera de sus sistemas, pues tienen gula epistemológica. La filosofía es la disciplina creadora de sistemas y de conceptos. La ciencia, en cambio, tiene como filosofía de vida generar diversas técnicas para analizar los sistemas de los filósofos.
James sostiene que le parece raro que "el pluralismo radical haya tenido tan poca aceptación entre los filósofos". Los filósofos no quieren dejar nada fuera de sus sistemas, pues tienen gula epistemológica. La filosofía es la disciplina creadora de sistemas y de conceptos. La ciencia, en cambio, tiene como filosofía de vida generar diversas técnicas para analizar los sistemas de los filósofos.
La ciencia es como una navaja y la filosofía es como un peluquero. Sin la versatilidad de la mano la navaja no podría afeitar los lugares más difíciles del rostro del cosmos. Sin el filo de la navaja la mano sólo tentaría lugares sin afeitar.
Los filósofos sólo quieren barrer los desperdicios del
mundo, sólo quieren encontrar errores, según dice James. Al afeitar a alguien
podemos pensar en el rostro humano como si fuese un objeto aislado, o en el
rostro como si fuese parte de un cuerpo. ¿Cómo influye el cuerpo en el proceso
de afeitado? Si el cuerpo no está quieto, el rostro no estará quieto, y el
barbero lastimará al cliente. ¿Cómo sabemos que no hay un cuerpo más allá de lo
que alcanzamos a ver, uno que produce causas y efectos sobre nuestra ciencia?
Como no podemos saberlo hemos inventado la "teoría", ardid de la
especulación.
Sin teoría nuestros ojos no verían nada, y vivirían en un
mundo "turbio, confuso, gótico, sin un contorno claro y carente de nobleza
pictórica", citando a James. Una teoría es una pintura, es una fidedigna
descripción de los fenómenos (`Bild´). Según el pensador Bradley el cosmos
tiene una "exterioridad muy elaborada". El rostro humano, a su vez, es
muy elaborado. El barbero, para afeitar, tiene que torcerse, moverse, manipular
su mano, agacharse, asomarse, etcétera. La filosofía, según Wittgenstein, es
igual, pues tiene que retorcerse para desanudar los nudos de nuestro
conocimiento, que es una masa de imágenes, palabras, símbolos y ritmos.
Kant sostenía que un hombre vale más que cualquier idea.
¿Qué significa lo anterior? Que no cabe pensar en destruir al hombre para
erigir una idea o utopía ('fiat justitia, pereat mundus', dicen los fascistas o
totalitarios). ¿Es justo que el hombre pierda la fe en Dios por estar pensando
en los fragmentos del universo? No lo sabemos. Tal vez no hay un cosmos, tal
vez sólo hay laberintos o cuevas dentro de otras cuevas, como diría Bachelard o
como diría Platón. Estas cuevas son condiciones, son lugares.
Toda nuestra filosofía, como la de Spinoza, está hecha de
"quatenus" (condiciones). Esto es esto "quatenus infinitus
est" o "en tanto que es infinito", esto es lo otro
"quatenus infinitus est" o "en tanto que es infinito",
pensamos. Yendo a los libros de Bacon comprenderemos mejor esta forma de crear
filosofías. Husserl, con su `epojé´, trató de salirse del mundo o de evitar
condiciones. Tal vez no exista el mundo exterior, pero sí el mero espacio. ¿Si
un cuchillero rebana nuestra mano, nuestra mano queda fuera de nuestro cuerpo o
sólo se ha separado de nuestro cuerpo? ¿Hemos salido de un agujero sólo porque
caminamos sobre su periferia? ¿Qué es salir? El hombre ha querido salir de la
Tierra mediante la fe, y este verso de Emerson afirma mis pensamientos:
"Rever the Maker; fech thine eye
Up to his style, and manners of the sky".
Up to his style, and manners of the sky".
¿Qué aparato perceptivo necesitamos para asimilar el monismo
y el pluralismo? Emerson propone varios tipos de aparatos. El platónico, que
crea sistemas y que todo lo mete en dichos sistemas. El de Swedenborg, que
narra en "árido latín" las fantasías que la metafísica y la religión
nos regalan. El de Montaigne, que todo lo aplasta con la fuerza de la
interrogación. El de Shakespeare, que siempre está construyendo hacia arriba.
El de Napoleón, que acepta el mundo tal como es. Y el de Goethe, que se resigna
a mejorar con su pluma lo que observa.
James escogió el aparato de Shakespeare, pues dice que
"no somos lectores, sino los personajes mismos del teatro-mundo",
proposición que suena y huele a Shakespeare. La misión de la filosofía es
construir, aprovechar lo ganado, hacer que la vida parezca cosa seria y real.
El monismo hace que el mundo simule ser un simulacro. Para hablar bien primero
tenemos que ser hombres de bien, y para que el mundo se exprese bien éste tiene
que manifestarse bien. McTaggart, para calmarse, decía que la naturaleza yace
en un estado "estable y eterno". Y Russell, su amigo, creía en la
realidad de los entes que viven fuera de la mente. Pero creer demasiado en la
materia ha hecho que la filosofía se transmute en economía, como pasó en
Bentham o como pasó en Marx.
Economizar es eliminar lo inútil, es desacreditar todo lo
que no nos sirve, es siempre echar mano de las palabras
"diferenciado" e "independiente". ¿Qué fue primero, la
gallina o el huevo? La idea de lo primigenio o de la causa sin causa es
absurda, por lo cual debemos preguntarnos: ¿puede un huevo convertirse en
gallina sin una gallina que caliente su ser? No. ¿El rey es rey porque un gato
lo mira, según el adagio inglés? "Sueña el rey que es rey", dice el
poeta Calderón de la Barca. ¿Cómo conocer la cadena infinita de efectos que
precede nuestros actos? ¿Podemos culpar a Napoleón porque llegamos tarde a nuestra
cita amorosa? ¿Qué pasa mientras A no influye en B? ¿El vacío es una cuestión
de tiempo o de espacio? Me gustaría seguir, pero tengo que fumar.