Traducción del inglés
por Facundo Rocca
English |
Una gran proporción de los jóvenes educados en toda Turquía
están actualmente liderando un gran movimiento en contra de las prácticas
represivas y reaccionarias del gobierno. Este es un momento muy importante en
lo que he llamado "el renacimiento de la Historia." En muchos países
de todo el mundo, la juventud del nivel medio, secundario y universitaria, con
el apoyo de una parte de los intelectuales y la clase media, están dando nueva
vida a la famosa frase de Mao: "La rebelión es un derecho" [It is
right to revolt]. Están ocupando plazas, calles y lugares simbólicos; marchan,
pidiendo por la libertad, "la verdadera democracia", y una nueva
vida. Exigen al gobierno ya sea que cambie sus políticas conservadoras o que
dimita. Se resisten a los ataques violentos de la policía estatal.
Estas son las características de lo que he llamado un
levantamiento inmediato: una de las fuerzas potenciales de la acción política
popular revolucionaria - en este caso, los jóvenes educados y una parte de los
asalariados pequeño burgueses - se alza, en su propio nombre, en contra del
Estado reaccionario. Yo digo con entusiasmo: hay derecho a hacerlo! Pero, al
hacerlo, se abre el problema de la duración y el alcance del levantamiento. Hay
derecho de emprender acciones, pero ¿cuál es la verdadera razón para hacerlo,
para el pensamiento y para el futuro?
Todo el problema es si este valiente levantamiento es capaz
de abrir el camino para una verdadera revuelta histórica. Una rebelión es
histórica - como lo fue en el caso de Túnez y Egipto, donde aún no se ha
determinado el resultado de la lucha - cuando se reúne, bajo consignas
compartidas, no sólo uno, sino varios actores potenciales de una nueva política
revolucionaria: por ejemplo, además de los jóvenes educados y de clase media,
grandes sectores de la juventud de la clase obrera, los trabajadores, las
mujeres del pueblo, los empleados de bajo nivel, y así sucesivamente. Este
movimiento más allá de la revuelta inmediata hacia un movimiento de protesta de
masas crea la posibilidad de un nuevo tipo de política organizada, una política
que sea duradera, que combine la fuerza de la gente con la puesta en común de
las ideas políticas, y que de este modo llegue a ser capaz de cambiar la
situación general del país en cuestión.
Sé que algunos de nuestros amigos turcos son perfectamente
conscientes de este problema. Ellos saben tres cosas en particular: [1] no
puede haber confusión sobre las contradicciones, [2] que el movimiento no tiene
que seguir el camino de un "deseo de [ser] Occidente", y [3] que es
necesario por sobre todo unirse con las masas populares, con personas que no
sean ellos mismos - con los trabajadores, empleados menores, las mujeres del
pueblo, los campesinos, los desempleados, los extranjeros, y así sucesivamente
- en la invención de formas de organización política que se desconocen en la
actualidad.
1. Por ejemplo, en Turquía hoy ¿es la contradicción entre la
religión musulmana conservadora y la libertad de pensamiento, la contradicción
principal? Sabemos que es peligroso pensar así, incluso y sobre todo si se
trata de una idea muy extendida en los países de la Europa capitalista. Por
supuesto, el actual gobierno turco afirma abiertamente lealtad a la religión
dominante. Es la religión musulmana, pero en última instancia, eso es sólo un
problema menor: aún hoy en día, Alemania se rige por la democracia cristiana,
el Presidente de los Estados Unidos toma posesión de su cargo jurando sobre la
Biblia, el presidente Putin, en Rusia, constantemente halaga al clero ortodoxo y el gobierno israelí explota
constantemente la religión judía. Los reaccionarios siempre y en todas partes
han utilizado la religión para unir una parte de las masas populares a su
gobierno, no hay nada particularmente "musulmán" en esto. Y de
ninguna manera debe llevar a conceptualizar la oposición entre la religión y la
libertad de pensamiento como la contradicción principal de la situación actual
en Turquía. Lo que debe quedar claro es que la explotación de la religión sirve
precisamente para ocultar las cuestiones políticas reales, para eclipsar el
conflicto básico entre la emancipación de las masas populares y el desarrollo
oligárquico del capitalismo turco. La experiencia demuestra que la religión,
como creencia personal y privada, no es en absoluto incompatible con el
compromiso con una política de emancipación. Sin duda, es en este sentido
tolerante, que sólo requiere que la religión y el poder estatal no se confundan
y que la gente distinga en sí mismos entre las creencias religiosas y sus convicciones
políticas, que el levantamiento en curso debe moverse con el fin de adquirir la
estatura de una revuelta histórica e inventar un nuevo camino político.
2. Del mismo modo, nuestros amigos son perfectamente
conscientes de que lo que se está creando actualmente en Turquía no puede ser
el deseo de lo que ya existe en los países ricos y poderosos, como Estados
Unidos, Alemania y Francia. La palabra "democracia" en este sentido
es ambigua. ¿Quieren inventar una nueva organización de la sociedad, dirigida
hacia la igualdad real? ¿Quieren derrocar a la oligarquía capitalista de la
cual el gobierno "religioso" es siervo, y del cual las facciones
anti-religiosas, tanto en Turquía como en Francia, han sido, y puede llegar a
ser una vez más, sus funcionarios no menos eficientes? ¿O es que sólo quieren
vivir como la clase media vive en los principales países occidentales? ¿Está la
acción siendo guiada por la Idea de la emancipación popular y la igualdad? O
por el deseo de crear una clase media sólidamente establecida que será el pilar
de un estilo occidental de "democracia", es decir, completamente
sujeto a la autoridad de Capital? ¿Quieren una democracia en su verdadero
sentido político, es decir, un poder real de las personas que imponen su
dominio sobre los propietarios y los ricos, o "democracia" en su
actual sentido occidental: el consenso en torno al capitalismo más despiadado,
siempre que una clase media pueden beneficiarse de ella y vivir y hablar como
lo desee, en tanto el mecanismo esencial de los negocios, el imperialismo y la
destrucción del mundo no será interferido? Esta decisión determinará si el
levantamiento actual es sólo una modernización del capitalismo turco y su
integración en el mercado mundial, o si está verdaderamente orientado hacia una
política de la emancipación creativa, dando un nuevo impulso a la historia
universal del Comunismo.
3. Y el criterio último de todo esto es, en realidad, muy
simple: los jóvenes educados deberán adoptar las medidas que los acerquen a los
otros actores potenciales de una revuelta histórica. Deben difundir el
entusiasmo de su movimiento más allá de su propia existencia social. Deben
crear los medios de vivir en común con las amplias masas populares, de
compartir con ellos las ideas e innovaciones prácticas de una nueva política.
Deben renunciar a la tentación de adoptar, en su propio beneficio, el concepto
"occidental" de democracia, es decir: el deseo simple y
autosuficiente de una clase media que existe en Turquía como un cliente
electoral y falsamente democrático de un poder oligárquico integrado al mercado
mundial de capitales y mercancías. Esto es: el enlace con las masas. Sin ella,
la admirable revuelta actual terminará en una forma más sutil y peligrosa de
sumisión: el tipo que conocemos en nuestros viejos países capitalistas.
Nosotros, intelectuales y militantes en Francia y otros
países ricos de Occidente imperialista imploramos a nuestros amigos turcos
eviten crear una situación como la nuestra en su país. A ustedes, nuestros
queridos amigos turcos, decimos: el mayor favor que puede hacer por nosotros es
demostrar que su levantamiento los está llevando a un lugar diferente del
nuestro, que está creando una situación en la que la corrupción material e
intelectual en la que nuestros viejos y enfermos países languidecen hoy será
imposible.
Afortunadamente, yo sé que en la Turquía contemporánea,
entre todos nuestros amigos turcos, existen los medios para evitar el erróneo
deseo de ser como nosotros. Este gran país, con su larga y atormentada
historia, puede y debe sorprendernos. Es el lugar ideal para que se produzca
una gran novedad histórica y política.
¡Viva la rebelión de los jóvenes turcos y sus aliados! Larga
vida a la creación de una nueva fuente de política futura!
Título original en inglés: “Alain Badiou on the Uprising in Turkey and Beyond”
http://criticallegalthinking.com |