Boris Kagarlitsky | Los
burócratas rusos se han visto francamente sorprendidos por la reacción del
Occidente oficial -no esperaban tanta ira o condena unánime-. Los políticos
europeos están completamente fuera de sí. La prensa mainstream relata
terribles historias a sus lectores sobre la agresión rusa contra Ucrania. La
televisión emite entrevistas con ministros y diputados de Kiev que imploran
llorosos que Europa salve a su país del oso furioso.
![]() |
| English |
De hecho, la reputación de la Rusia de Putin en el Oeste no
es precisamente maravillosa -es incluso peor que la de la Unión Soviética de Brezhnev-.
Pero a lo que asistimos ahora está completamente fuera de lo habitual. No hubo
nada parecido durante la Guerra Fría, durante el conflicto checheno o durante
el choque entre Rusia y Georgia. No vale la pena ni mencionar la acción de
Yeltsin al bombardear el parlamento ruso; en ese momento, el Oeste liberal
aplaudió.





