‘The Pervert’s Guide to Ideology’ se estrenó en el Odeon de
Leicester Square como parte del Festival de Cine de Londres organizado por el
British Film Institute (BFI)
Steve Latham
La película es un documental extenso, protagonizada por el
filósofo eslovaco defensor del Marxismo y del psicoanálisis lacaniano, Slavoj Žižek.
Impresionantemente, en una noche lluviosa, cientos de cinéfilos abarrotaron el
cine atraídos por este estreno, donde vieron una descripción sin tapujos de la
ideología capitalista contemporánea, que se valía de varias películas para
ilustrar el tema. En una conferencia previa a la película, Žižek explicaba que
criticar la ideología implica tener malos pensamientos sobre hechos
aparentemente nobles. En la película nos explica que la ideología funciona
mejor cuando no somos conscientes de ella; cuando aparece de manera “natural”.
El Gran Otro es aquello ante lo que
respondemos, buscando su aprobación: Dios, el estado, nuestro jefe. Žižek
también castiga el pensamiento ideológico por su tendencia a atribuir los
problemas del mundo a una sola causa –por ejemplo, la persecución Nazi de los
judíos. Unido a esto, se encuentra también la creencia de que una
solución final es posible. Aquí existe otro Gran Otro: por ejemplo, las fuerzas
de la inevitabilidad histórica, o la democracia liberal evolutiva. Como
ateísta, sin embargo, Žižek declara que no existe el Gran Otro. “Estamos
solos”, no hay nadie que nos pueda salvar.
No obstante, en los hechos que acontecen en la actualidad,
como por ejemplo la revolución egipcia o los disturbios en Inglaterra, Žižek
percibe un activismo popular, lo que sugiere que es posible que se produzca un
cambio.
Pero para Žižek no existe la seguridad de que esto vaya a
suceder. La mayoría de las revoluciones han terminado en una contrarrevolución
o en una dictadura.
Aunque Žižek todavía cree. Según él, depende de nosotros y
de nuestro acto de “voluntad”. Pero esto es una forma de voluntariado
nihilista.
El pensamiento de Žižek en la película es un intento de
expresar esperanza, en ausencia de Dios. En
el debate que se llevó a cabo después de la película, la directora de la
misma, Sophie Fiennes, aceptó que esta ausencia de Dios es “aterradora”.
De hecho, el mismo Žižek se da el gusto con una fantasía
ideológica. Presenta las dos caras dialectales de su propio Gran Otro, el
capitalismo como única causa de la opresión y la revolución como única
solución.
Žižek, no obstante, ensombrece toda la fuerza de su dilema
con la poderosa afirmación de su personalidad y su humor jocoso.
De hecho fue su humor él que lo desenmascaró. Al final de la
sesión de ruegos y preguntas, Žižek recordó una broma bastante grosera que le
había gastado a Fienne durante la grabación.
Ella explicó que chistosamente le había amenazado con
agredirla sexualmente con un acto de “triple penetración”, lo que ella se tomó
a risa y el público también.
¿Y no es eso lo que las mujeres tienen que hacer a menudo
cuando se enfrentan con el acoso sexual
verbal? El incidente es especialmente significativo, en este momento
cultural en el que vivimos, cuando los medios de comunicación están poniendo al
descubierto el tema de las “bromas” sexuales en el lugar de trabajo de manera
muy activa.
Me da pena esto, ya que Žižek ha sido el intelectual de
izquierdas más destacado que ha criticado la ideología capitalista
contemporánea.
Sin embargo, su pose retórica y su agresión sexual verbal
distraen la atención del vacío y del terror.
Nuestra postura política pública debe reflejar nuestros
principios personales. El feminismo es lo que el feminismo representa.
Traducción
de Paula Pagán: paula.pagan.soriano@gmail.com