“Tenemos un mensaje muy simple para Estados Unidos: ¿Cómo justifican matar a una abuela? ¿En qué modo eso nos hace más seguros?” Mustafa Qadri planteó esta pregunta en el programa de noticias de “DemocracyNow!”. Qadri es el autor de un nuevo informe de Amnistía Internacional titulado “¿Seré la próxima víctima? Los ataques de Estados Unidos con aviones no tripulados en Pakistán” (Will I Be Next?’ U.S. Drone Strikes in Pakistan).
~ Audio |
“Antes de que ocurrieran los ataques, disfrutábamos de la vida. Eran las 14:45 del 24 de octubre de 2012. Después de finalizar las clases ese día, me dirigí al pueblo a comprar insumos escolares”. Cuando regresó, le dijeron que su madre había muerto. Había un cráter donde estaba su jardín. Su madre estaba recolectando ocra con los niños. “Ahí es donde mataron a mi madre. Como se suele decir, era un tesoro de plegarias. Solía contarle mis problemas. Ella me consolaba y me hacía olvidar mis preocupaciones. Mi familia ha quedado destruida desde que mataron a mi madre”.
En total, nueve niños resultaron heridos como
consecuencia del ataque. El ataque siguió el parámetro típico: hubo un ataque
inicial, seguido de otro dirigido contra quienes se acercaron a socorrer a los
heridos.
Este es el testimonio de Zubair, de 13 años de edad, ante el
Congreso:
“Cuando el avión no tripulado lanzó el primer ataque, la tierra tembló y se levantó un humo negro. Se sentía en el aire un olor tóxico. Corrimos, pero minutos más tarde el avión volvió a disparar. La gente del pueblo acudió a ayudarnos y nos llevaron al hospital. Pasamos la noche sufriendo una gran agonía en el hospital, y a la mañana siguiente, me operaron”.
Atacar a socorristas es un crimen de guerra. Mustafa Qadri,
de Amnistía Internacional, explicó:
“Por ejemplo, un grupo de trabajadores de una localidad muy pobre cerca de la frontera con Afganistán, fueron blanco de un ataque. Estaban dentro de una carpa y ocho de ellos murieron en el acto. Los ataques también son dirigidos contra las personas que acuden a rescatar a las víctimas o a buscar a los sobrevivientes. Los testigos y las víctimas que sobreviven a los ataques nos cuentan con lujo de detalles acerca del terror, del pánico que sienten cuando los aviones no tripulados los sobrevuelan. El informe incluye otros casos de personas que son asesinadas por acudir a rescatar a las víctimas. Esos casos pueden constituir crímenes de guerra. Se trata de una acusación muy grave. Hay pruebas suficientes para demostrar [que se trata de crímenes de guerra]. Debido al secretismo que rodea a este programa, a que se trata de una zona muy remota, solamente podremos llegar a la verdad cuando Estados Unidos comience a sincerarse y explique cuál es la justificación de estas matanzas”.
El propio Presidente Obama defiende sistemáticamente la
precisión y la legalidad del programa de asesinatos selectivos. Sin embargo, su
propia heroína de la defensa de los derechos humanos, Malala Yousafzai, de 16
años de edad, lo confrontó recientemente al respecto. Malala es la joven
estudiante paquistaní a la que un grupo de talibanes armados disparó a la
cabeza por apoyar públicamente la educación de niñas y mujeres. Muchos pensaron
que ganaría el Premio Nobel de la Paz este año. Si bien la Casa Blanca no hizo
públicos sus comentarios, Malala emitió una declaración acerca de su visita a
la familia Obama, en la que sostiene: “También
expresé mi preocupación de que los ataques con aviones no tripulados estimulan
el terrorismo. Personas inocentes mueren en estos ataques, y esto provoca
resentimiento entre la población paquistaní. Si centráramos nuestros esfuerzos
en la educación lograríamos un gran impacto”.
Cada vez hay mayor resistencia a la guerra con aviones no
tripulados del Presidente Obama. En el norte del estado de Nueva York, cinco
activistas que se oponen a los ataques con aviones no tripulados fueron
absueltos, en lo que significó un fallo sorprendente, tras haber sido juzgados
por bloquear la entrada de la base aérea Hancock Field, de la Guardia Nacional,
cerca de Syracuse, en Nueva York. El grupo Code Pink está organizando una
conferencia nacional en Washington D.C. el 16 y 17 de noviembre, denominada
“Aviones no tripulados en el mundo: proliferación y resistencia”. Al menos un
piloto de avión no tripulado, Brandon Bryant, ex operador de sensores del
programa ‘Predator’ de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, habló acerca del
horror de matar a civiles inocentes y el síndrome de estrés postraumático que
sufrió como consecuencia. Bryant dijo:
“Nos dieron permiso para disparar contra esas personas y el modo en que reaccionaron realmente me hizo dudar de su participación. La gente de allí, los residentes locales, tienen que protegerse del Talibán del mismo modo que lo hacemos nosotros como miembros de las fuerzas estadounidenses. De modo que creo que probablemente estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Me han acusado de usar imágenes poéticas para describirlo, pero yo vi a este tipo desangrarse, el tipo que estaba atrás. Su pierna derecha fue mutilada en el ataque y se desangró a través de la arteria femoral. Vi eso en la pantalla de la computadora. Estaba pixelado, pero se podía ver que era un ser humano. Y se podía ver lo que estaba haciendo y el cráter provocado por el avión no tripulado, del misil Hell Fire. Y probablemente se pudieran ver las partes del cuerpo del tipo dispersas a su alrededor”.
A pesar de que tan solo cinco miembros del Congreso (todos demócratas)
asistieron a escuchar el testimonio de la familia Rafiq, las palabras del joven
Zubair han quedado registradas. Se trata de un doloroso testamento sobre la
política de los denominados “asesinatos selectivos” con aviones no tripulados
impulsada por el Presidente Obama. Zubair afirmó: “Ya no me gusta el cielo
azul. De hecho, ahora prefiero el cielo gris. Los aviones no tripulados no
vuelan cuando el cielo está gris. Y por un breve período de tiempo, disminuye
la tensión mental y el temor se calma, pero cuando el cielo se despeja, los
aviones no tripulados regresan, y con ellos el miedo”.
Amy Goodman |
© 2013 Amy Goodman
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org