Especial para La Página |
A medida que se intensifica la campaña electoral, un
creciente número de Estados intenta limitar la cantidad de personas que pueden
votar. El porcentaje de personas con derecho al voto y que de hecho participan
en las elecciones en Estados Unidos es, de por sí, vergonzosamente bajo.
Florida, un estado disputado por ambos partidos, se prepara para la Convención
Nacional Republicana: cinco días de pompa promocionada como una celebración de
la democracia. Mientras organizan su fiesta, el gobernador republicano de
Florida, Rick Scott, junto con su secretario de Estado, Ken Detzner, están
eliminando sistemáticamente a personas del padrón electoral a través de bases
de datos desactualizadas del propio estado, que contienen información errónea.
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Muchos votantes de Florida recibieron hace poco una carta
que decía que fueron eliminados del padrón electoral y que les queda poco
tiempo para demostrar que son ciudadanos en regla. Han surgido cientos de casos
de personas que, a pesar de tener ciudadanía estadounidense desde hace mucho
tiempo, han sido eliminadas del padrón. Según la filial de Florida de la Unión
Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), “de
las personas que han sido obligadas a demostrar su ciudadanía, un 61% es de
origen hispano, cuando en realidad tan solo un 14% de los votantes registrados
en Florida son hispanos”, lo que sugiere que hay un intento de eliminar a los
latinos, que tienden a votar por los demócratas.