Especial
para La Página
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La campaña de reelección del Presidente Barack Obama lanzó
su primera publicidad en idioma español esta semana, justo después de regresar
de la Cumbre de las Américas. Obama estuvo tres días en Colombia, más tiempo
que ningún presidente en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, el viaje
estuvo marcado por un escándalo de prostitución que involucra a las Fuerzas
Armadas y al Servicio Secreto de Estados Unidos. El General Martin Dempsey,
Jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército, declaró: “Decepcionamos al jefe, porque de lo único que se habla sobre Colombia
es de este incidente”. Dempsey tiene razón. El incidente también funcionó
como metáfora del modo en que el gobierno estadounidense trata a América
Latina.
Once miembros del Servicio Secreto de Estados Unidos y cinco
miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense estarían
implicados en el escándalo. Los oficiales supuestamente tuvieron encuentros con
prostitutas en uno o en varios bares de Cartagena y se llevaron a alrededor de
20 mujeres al hotel. Algunas probablemente eran menores de edad. Todo esto debe
ser investigado a fondo, pero también deberían analizarse las posiciones
políticas que Obama promovió en Cartagena.
En primer lugar, su posición con respecto a la guerra contra
las drogas. Sobre este tema el Presidente Obama declaró en la cumbre: “Es totalmente legítimo tener una
conversación sobre si las leyes vigentes causan más daño que beneficio en
determinados lugares. Mi posición personal y la de mi gobierno es que la
legalización no es la respuesta”. Ethan Nadelmann, fundador y director
ejecutivo de la Alianza por una Política de Drogas, con sede en Nueva York, me
dijo que a pesar de la declaración predecible de Obama, esta cumbre demostró “la transformación del diálogo regional y
mundial con respecto a las políticas sobre drogas....Es la primera vez en la
historia que un presidente dice que estamos dispuestos a considerar la
posibilidad de que las políticas de Estados Unidos con respecto a las drogas
están causando más daño que beneficio en algunas partes del mundo”. Ethan
Nadelman explica que esto es el resultado del creciente consenso existente en
todo el espectro político latinoamericano, desde ex presidentes importantes
como Vicente Fox, de México, que está a favor de la legalización de las drogas,
hasta los actuales jefes de Estado, como el actual presidente mexicano, Felipe
Calderón, que dijo que el principal problema es la voraz demanda de drogas en
Estados Unidos.
Nadelman agregó: “También
se da la situación un tanto inusual de Evo Morales, el presidente boliviano de
izquierda y ex líder del sindicato de cocaleros, que alleccionó a Estados
Unidos con una frase que podría ser una cita de Milton Friedman: '¿Cómo
pretenden que reduzcamos la oferta si hay demanda?'. Entonces estamos ante el
comienzo de un cambio. No creo que se pueda dar marcha atrás”.
Luego está el tema del comercio. Obama y el Presidente de
Colombia, Juan Manuel Santos, también anunciaron que el Tratado de Libre
Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia entraría en vigor el 15 de mayo.
Los líderes sindicales tanto de Colombia como de Estados Unidos cuestionan el
acuerdo debido a que Colombia es el peor país del mundo para realizar
actividades sindicales. El asesinato de sindicalistas en ese país es moneda
corriente: al menos 34 sindicalistas murieron en el último año y medio. Durante
su primera campaña presidencial, Obama prometió oponerse al TLC con Colombia “porque la violencia contra los sindicatos
en Colombia estaría en contradicción con las protecciones laborales que
insistimos que se incluyan en este tipo de acuerdos”. Ese año, 54
sindicalistas colombianos fueron asesinados. El presidente de la central
sindical estadounidense conocida como AFL-CIO, Richard Trumka, dijo que el
anuncio “es muy decepcionante y
preocupante”. Por su parte, los republicanos elogiaron a regañadientes a
Obama por promover el TLC.
Con respecto a Cuba, Obama asumió la impopular postura de
defender el bloqueo estadounidense. Incluso en Estados Unidos, las encuestas
indican que una gran mayoría de la población y de las empresas apoyan que se
ponga fin al bloqueo. Estados Unidos también logró, una vez más, impedir que
Cuba asistiera a la cumbre, lo que incitó al presidente de Ecuador, Rafael
Correa, a boicotear la reunión.
En respuesta a la intransigencia absoluta de Estados Unidos,
los demás países del hemisferio occidental se están organizando. Greg Grandin,
catedrático de Historia Latinoamericana de la Universidad de Nueva York, me
dijo: “Los propios latinoamericanos están
creado organismos que excluyen a Estados Unidos, que profundizan la integración
política y económica entre ellos. Parece ser un lugar donde se reúnen para
criticar las políticas de Washington con bastante eficacia”.
El Profesor Grandin comparó las políticas de Obama con
respecto a América Latina con las de sus predecesores: “Los dos principales pilares de la política exterior estadounidense
(profundizar el neoliberalismo y aumentar la militarización con respecto a las
drogas) continúan en pie, se retroalimentan y han generado una gran crisis en
el corredor que va desde Colombia, pasa por América Central y llega hasta
México. Esta política ha sido un desastre total y no ha habido cambios”.
Se necesitará más que un escándalo de prostitución para
encubrirla.
Amy Goodman |
Denis
Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2012 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
© 2012 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.