Especial para La Página |
La guerra de Afganistán es una irresponsable y criminal
aventura de exterminio imperial con enormes probabilidades de fracaso,
probablemente un segundo o tercer Vietnam, iniciada con un catálogo inabarcable
de mentiras, pseudoargumentos y falsas informaciones y con la finalidad real de
extender el poder geopolítico del Imperio y su dominio energético, guerra de
exterminio en la que se han generado prácticas como las siguientes [1]:
1. Enero de 2012: varios soldados usamericanos orinan sobre
el cadáver de un ciudadano afgano.
2. Febrero 2012: Miles de ciudadanos afganos protestan
enfurecidos por la quema de varios ejemplares del Corán en la base otánica de
Bagram.
3. Marzo 2012: El sargento Robert Bales, abandona su base de
Kandahar de madrugada, camina hcia dos pueblos cercanos a la base y asesina a
17 ciudadanos civiles, varios niños entre ellos.
4. Abril de 2012: aparecen nuevas fotos (publicadas
inicialmente en Los Angeles Times [2]) en la que soldados de Estados
Unidos –pertenecientes a la 82ª División Aerotransportada del Ejército
americano- posan junto a los cadáveres de sus enemigos. Dos de las 18 fotos
tomadas en Zabul, en 2010: 1. En una de ellas, dos militares norteamericanos
alzan los pies del cadáver de un supuesto insurgente que había muerto tras la
explosión de la bomba de la que era portador. 2. En la segunda, un soldado
norteamericano sujeta la mano del cadáver de un afgano con los ojos abiertos y
la sitúa en el hombro de otro militar sonriente.
Las declaraciones de las autoridades norteamericanas no se
han hecho esperar: condena inmediata. No cuestan nada, son gratis en el mercado
publicitario del lenguaje.
Las palabras de Leon Panetta, el secretario de Defensa USA:
“no representan el profesionalismo de la gran mayoría de las tropas de EEUU que
sirven en Afganistán” (¿Y qué querrá significar “profesionalismo” de las tropas
de EEUU?).
El embajador norteamericano en Kabul, Ryan Crocker, ha
señalado por su parte que el comportamiento de los soldados era inconsistente
con los valores de la misión (esa, “misión”, ha sido la palabra elegida).
¿Inconsistente con los valores de esta guerra de exterminio? ¿Dónde se ubica la
inconsistencia de esta infamia? ¿Acaso no es biyectable con el proyecto de
exterminio que le da cobijo?
A estas alturas de esta criminal guerra, ¿alguien puede
creer alguna palabra, sea la que fuere, de Leon Panetta o Ryan Crocker? ¿A
alguien le importa lo que puedan decir uno y otro? En la opinión pública norteamericana,
por no hablar de la opinión de la ciudadanía de muchos otros países, la cara
ocultada de esta interesada, falsaria y criminal guerra tiene ya un rostro bien
visible lleno de atrocidades, otra cara más de la barbarie dirigida por un
Imperio en decadencia.
Notas
[1] Antonio Caño, “Soldados de EEUU posan junto a
cadáveres…”. El País, 19 de abril de 2012, p. 6.
[2] El periódico norteamericano ha publicado las fotos en
contra de la opinión del Pentágono. Su publicación, señalaron fuentes
pentagonales, podía poner en peligro la vida de otros soldados. El argumento
trillado de siempre, gastado hasta en su inexistente declinación.