"Para refinanciar los créditos y los bonos con
vencimiento a corto plazo emitidos en el periodo anterior a la crisis, las
empresas y otros prestatarios de la zona euro, como Reino Unido, EE. UU.,
China y Japón, necesitan al menos 30 billones de dólares (la deuda de las
empresas europeas es de un 30%), más otros 13-16 billones de dólares para
financiar el crecimiento", dice un comunicado de la calificadora.
Según el organismo, los gobiernos y bancos centrales
disponen de menos flexibilidad fiscal y monetaria, lo que les permitiría
prevenir los problemas en caso de una turbulencia futura en el mercado.
"La evolución de una posible 'tormenta perfecta' podría dar lugar a la
interrupción del financiamiento para los prestatarios hasta con bajo nivel de
la deuda".
El término 'tormenta económica perfecta' apareció
después del discurso del Premio Nobel de Economía, Nouriel Roubini, quien
predijo antes que cualquiera la crisis del 2008 en Estados Unidos y sus
implicaciones para una serie de instituciones financieras del país, su economía
y el mundo. El término alude a la aparición de adicionales crisis y la
presencia de condiciones críticas en el mismo intervalo de tiempo. En enero del
2012, los expertos del danés Saxo Bank destacaron que el primer trimestre del
año podría ser caracterizado como una 'tormenta perfecta'. En su opinión, la
presión de la zona euro, el sector público y las crecientes tensiones sociales
se unirán y crearán una tormenta que afectará a cada país. Los expertos creen
que el 2012 será el año decisivo para el inicio de la crisis financiera
mundial.