Foto: Gustavo Márquez |
Especial
para La Página
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En la antigüedad existía la costumbre de azotar o matar al
mensajero portador de malas noticias, especialmente cuando se trataba de
derrotas militares. Cada vez que en los últimos 14 años la derecha venezolana
ha sido derrotada por los revolucionarios, ha tenido una conducta similar,
al pretender deslegitimar al Poder
Electoral y al Sistema de Votación Automatizado que nos dimos los
venezolanos con gran esfuerzo y
eficiencia, para garantizar la
participación masiva y el respeto irrestricto a la voluntad soberana del
pueblo, de la cual el CNE solo actúa como su mensajero.
Con la automatización de la votación y de los escrutinios,
mediante la aplicación de sistemas informatizados auditables, supervisados por
los representantes de las fuerzas políticas, se obtuvo el reconocimiento
del mundo entero por su confiabilidad y
transparencia. Ello permitió pasar la página de la cultura aberrante del “acta
mata votos” al darle seguridad y blindar a los
procesos electorales.
Este sistema electoral es la piedra angular que le ha dado
concreción al ejercicio de la democracia participativa y protagónica en
construcción. A través de él se ejerce y
legitima la voluntad popular y hemos
avanzado en la transformación revolucionaria de la sociedad venezolana en paz y
democracia, hacia la construcción del
socialismo bolivariano. De ahí la importancia estratégica que tiene la
preservación de nuestro sistema electoral, reconocidos por la “Fundación
Carter” y la propia MUD. Esta última,
a pesar de haberlo utilizado en sus
Primarias (2012), nuevamente se contradice al retomar el atajo de la
desestabilización, buscando preparar el terreno para reeditar el golpe del
11A, al no reconocer a Nicolás Maduro
como nuestro legítimo Presidente por
decisión de la mayoría.
Al desconocer la ley electoral, descalificar al árbitro,
llamar a la violencia con un saldo de 10 muertos y 120 heridos con daños a los CDI, cantar fraude sin
pruebas consistentes, pedir la auditoria para luego decir que no reconocerán la
acordada por el CNE porque es “chimba”,
se le ven las patas al caballo. Detrás está la intención de destruir el Sistema Electoral Automatizado
porque le tienen terror a la democracia
verdadera.