Especial para La Página |
Uno de los aspectos que se espera atacar a través de la
misión (política de seguridad) A Toda
Vida Venezuela, es el excesivo consumo de licor entre los venezolanos, ya que
se considera que este hábito contribuye de manera significativa a elevar los
índices de inseguridad, tanto en las vías de tránsito automovilístico y
motociclístico, como en los lugares de esparcimiento nocturno, en las calles de
barrios y urbanizaciones, y en los hogares conformados por hombres aficionados
al boxeo y mujeres sometidas.
Por supuesto que son muchas las dudas que existen en torno a
lo efectivas que pudieran ser las acciones que se piensa implementar para atacar
el mencionado flagelo, debido a lo arraigado que éste se encuentra en la
sociedad venezolana. Tanto es así que, en la oportunidad en que el Presidente
Chávez, desde un salón del Palacio de Miraflores, informaba al país sobre los
pormenores de la misión A Toda Vida Venezuela, al hacer referencia al consumo
de licor, todos los funcionarios de gobierno allí presentes, según se pudo ver
por televisión, pusieron cara de yo no fui.
La verdad es que si llevamos este aspecto de la misión A
Toda Vida Venezuela al lenguaje de la planificación, siguiendo a Carlos Matus,
uno diría que se procurará atrapar un
pez en el agua en condiciones de mala visibilidad. O también, que se tratará de
torcer el curso encadenado de los acontecimientos en el contexto de un medio
que ofrece muchas resistencias. Pero bueno, para no ser tan pesimistas, digamos
con la sabiduría popular: lo importante es lo que se hace, no lo que se deja de
hacer.
Ahora bien, si se quiere que la disminución del consumo de
licor entre los venezolanos se traduzca en hechos concretos o, mejor dicho, en
cambios de conducta observables, es necesario incorporar activamente a esta
nueva misión a la mayor cantidad de sectores de la sociedad venezolana,
comenzando por las diferentes congregaciones religiosas que hacen vida en
nuestro país, vale decir, la mayoría católica y las minorías protestantes,
judías, musulmanes y de otros credos, además de las instituciones educativas,
medios de comunicación, organizaciones deportivas, etc. En pocas palabras, se
va a requerir de un gran y sostenido esfuerzo nacional.
Correo electrónico: alportillo@ula.ve