Algunas de las preguntas claves que debemos hacernos cuando
comparamos viejos ritos –religiosos, cósmicos, cíclicos– con los nuevos ritos
propios de las sociedades modernas, donde han irrumpido con fuerza los medios
de difusión masiva, son cuáles rasgos constituyen sus diferencias, en qué
niveles y circunstancias dichas diferencias se realizan, por qué unos ritos
cambian radicalmente y otros no, de dónde proceden esos cambios y qué los
facilita; lo que conduce, a su vez, a preguntarse por su orientación y dirección
semiótica. Nuestro análisis comparativo de antiguos y modernos ritos nos
muestra diferencias en cuatro órdenes distintos: las dimensiones de las formas, la rigidez de las normas, los límites
del escenario y la esfera
de la comunicación. Ese análisis nos permitirá clasificar los cambios de
ritos en intra-rituales, inter-rituales y trans-rituales.
Introducción
A pesar de su aparente rigidez, los ritos están entre los
escenarios semióticos más dinámicos, ricos y variados en los procesos
culturales que las sociedades humanas han desarrollado. Si, como afirma Deely,
la semiótica estudia “la acción de los signos” (Deely, 1990: 22), esta disciplina
tiene en los ritos un escenario de particular complejidad y pertinencia
cultural, pues en ellos los procesos de significación adquieren unas dimensiones,
niveles y profundidades que no es común observar en otros fenómenos similares.
La conjunción e integración de los enfoques antropológicos y semióticos, lo que
hemos llamado antropo-semiótica, contribuirá a elucidar con mayor coherencia y
profundidad un tema capital en la organización de las culturas.
Uno de los capítulos actuales de mayor relevancia en el
estudio de los ritos es aquel que tiene que ver con el cambio ritual, en
particular cuáles son las características de esos cambios, las fuerzas que los determinan,
los componentes más afectados y los límites dentro de los cuales ocurren. En
tal sentido, la comparación entre antiguos y modernos1 ritos es un campo de
estudio relativamente poco analizado, en el cual la semiótica, interesada en
las formas y los contenidos de los procesos de significación, podría aportar
nuevas contribuciones, ya avanzadas, entre otros, por Claude Lévi-Strauss y
Clifford Geertz, para la comprensión del cambio ritual, uno de los capítulos fundamentales
de la antropología y quizás uno de los menos estudiados en forma sistemática.
Para una semiótica del rito, el cambio ritual –su evolución o transformación,
su expansión o síntesis, su adaptación o desaparición– es un tema de estudio de
extrema pertinencia, pues ayudaría a comprender cuáles son las semiosis que se
generan en el interior de los ritos y cómo estos acusan los cambios externos e
internos, y, al mismo tiempo, cómo los promueven en la cultura y la sociedad.
Efectivamente, si cambia el mundo también cambia el rito que
es parte de él; pero a la inversa, al cambiar el rito, también promueve el
cambio en el mundo pues, justamente, el rito es uno de los procesos culturales más
activos en su conformación. Como dice Jean La Fontaine: "El ritual es acción
social. (…) Las relaciones sociales son representadas en la organización ritual"
(La Fontaine, 1985: 11). A veces
perdemos de vista la capacidad transformadora del rito porque lo concebimos
como un conjunto de formas rígidas, inflexibles, conservadoras, que se resisten
al cambio y están ancladas en la tradición.
Como todo fenómeno cultural, el rito es sensible al cambio y
en una sociedad que se transforma aceleradamente –en buena parte debido a la
universalización y omnipresencia de los medios tecnológicos de difusión y
comunicación– tales cambios pueden ser muy rápidos. Asimismo, las nuevas
necesidades comunicativas y contextos de la comunicación promueven la aparición
de nuevos ritos seculares, religiosos o semi-religiosos. Para enfrentar esas
necesidades, a menudo los grupos recurren a ritos existentes y los transforman
y adaptan a sus propósitos expresivos y comunicativos.
Es en virtud de lo anterior que algunas de las preguntas
claves que debemos hacernos cuando comparamos viejos ritos (religiosos,
cósmicos, cíclicos) con los nuevos ritos propios de las sociedades modernas,
donde han irrumpido con fuerza los medios de difusión, son: "¿cuáles son
sus diferencias?" y "¿en qué niveles y circunstancias dichas
diferencias se realizan?". Esto conduce, a su vez, a preguntarnos por la
dirección semiótica de esos cambios. Según la hipótesis que desarrollaremos
aquí, entre los ritos antiguos y los modernos se han producido transformaciones
en las dimensiones de las formas, la rigidez de las normas, los límites del escenario y la esfera de la comunicación. 2 A partir de
la hipótesis anterior formularemos una clasificación de los cambios rituales
más comunes.
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