Baruch Spinoza ✆ María Elina |
El bien y el mal, la belleza y la fealdad, son ficciones, no existen. Son modelos imaginarios a los que queremos adaptar los procesos reales. Pero la realidad es perfecta, justamente porque es real. Pero lo que sí existe es lo bueno y lo malo, que son relativos y se establecen por criterios de utilidad, utilidad para potenciar lo que cada uno es, su alegría, su vitalidad. Significa vivir de acuerdo con el deseo. Aquí veo dos analogías interesantes. La primera con John Stuart Mill en su teoría utilitarista, que dice que lo bueno es lo útil y lo útil lo que nos hace felices. La segunda con Lacan en su formulación de que hay que ceder al deseo, aunque Spinoza apunta a la completud y Lacan a la falta.
El hombre forma parte de la Naturaleza, es decir de Dios o
la Substancia Única, y es, por tanto, una parte de la Totalidad de todas las
cosas finitas. Cada cuerpo actúa sobre múltiples cuerpos y estos actúan sobre
él. En este sentido, el hombre está siempre sujeto a las pasiones, que son
ideas inadecuadas. De lo que se trata es de la posición que tiene con respecto
a ellas, si es capaz de distanciase o está encadenado a ellas. Cuando uno se
distancia de la pasión, la idea inadecuada que la sostiene se va transformando
en adecuada. La pasión irracional se trabsforma en deseo racional. Seguir el
deseo, cuando es racional, es lo mismo que actuar bien, de manera virtuosa, y
de potenciar la alegría. Aquí vemos claramente la base de la afirmación de
Deleuze de que Spinoza plantea una ética y no una moral. Lo cual lo hace
nuevamente afín a Nietzsche, aunque las consecuencias de cara a los otros sean
diferentes. Diferentes porque la ética de Spinoza conduce al amor, a la armonía
con el otro, y la de Nietzsche a la confrontación. Porque si seguimos las ideas
adecuadas estas nos conducirán a la alegría y al amor. Al igual que Nietzsche,
Spinoza rechaza los sentimientos morales: la culpa, la indignación y la
compasión.
Resulta enigmático el sentido de la afirmación que conducirá
justamente a Nietzsche a expresar su rechazo a la filosofía de Spinoza ( la
actitud es ambivalente porque en su correspondencia había manifestado sus
afinidades con el filósofo holandés). Esta afirmación es la que dice que el
supremo bien del alma es el conocimiento de Dios y suprema virtud es la de
conocer a Dios. ¿ A qué se refiere Spinoza ? Entiendo que el conocimiento de
Dios es llegar al tercer grado de conocimiento, que no es otra cosa, como bien
plantea Felipe Martínez Marzoa, que la superación entre sujeto y ovejo. Ya no
se trataría de ideas adecuadas sino la visión del Ser. Visión que es presencia.
Hay algo de relación con la aletheia
(verdad como desvelamiento) de Heráclito o Parménides. O la propia intuición de
la Idea de Bien en Platón. O incluso contradicciones como el hinduismo, el
taoísmo o el budismo.
La alegría es siempre buena, y la tristeza y el odio
son siempre malos. El amor y el deseo puede ser malos cuando tienen un carácter
excesivo, irracional. Pero el placer puede ser malo y el dolor bueno porque, a
diferencia de los anteriores, que son estados globales del cuerpo estos últimos
tienen un carácter parcial. El placer puede generar tristeza y el dolor
alegría. El deseo irracional, excesivo, no solo nos esclaviza sino que puede
llevar al delirio ( como en la avaricia y en la vanidad ), al igual que el amor
( como en el enamoramiento). El deseo de reconocimiento y la autoestima como
amor a uno mismo, si no son excesivos (como en la vanidad o la soberbia) son
buenos. El hombre libre piensa en la vida y no en la muerte, dice Spinoza
siguiendo a Epicuro. El filósofo francés Pierre Hadot veía en Spinoza una forma
alegre de estocismo, inlfuenciada precisamente por el epicureismo.
El hombre libre vive en sociedad, y sabe que es mayor la
libertad que se autolimita por las leyes en las que ha colaborado (defensa del
Estado de Derecho y la democracia), que no la libertad natural fuera de la
sociedad. Los humanos hemos de ser solidarios entre nosotros y reconocernos
como sujetos de derechos. Pero Spinoza dice claramente que no los animales no
tienen derechos porque no forman parte de nuestro mundo y no les debemos
ninguna solidaridad.
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