En la actualidad residen allí tan solo 5.500 personas. Al
mismo tiempo, uno de cada diez habitantes de Pálej es pintor diplomado. La
ventajosa situación geográfica del pueblo, que se encuentra a unos 340
kilómetros de Moscú y a unos 180 kilómetros de Nizhni Nóvgorod, no es casual y
está relacionada en gran medida con su peculiar historia.
A principios del siglo XIII, Pálej, junto con los
territorios adyacentes, era propiedad del príncipe Vsévolod, hijo del Príncipe
de Vladimir, Yuri Dolgoruki, y a partir del siglo XIV perteneció a los
príncipes Páletski, pasando a ser centro del principado del mismo nombre.
Posteriormente fue dejado en herencia por el Zar Iván el Terrible a su hijo
Iván, y en 1625 el Zar Mijaíl Románov concedió la propiedad de Pálej a Iván
Buturlin y sus hijos, por su destacado papel en la defensa de Moscú durante la
invasión polaca de 1609-1618.