Foto: Fu Baoshi en plena labor de creación artística |
Vea la muestra de algunas de las obras de Fu Baoshi |
El entonces primer ministro Zhou Enlai se entrevistó con ellos y
les encargó crear una pintura tradicional de monatañas y ríos, de acuerdo con
la idea que expresaba un poema del presidente Mao: “¡Qué hermosos los ríos y montañas de nuestro país!”. Zhou les dijo
que la pintura debería representar el elevado nivel de arte de aquel tiempo y a
la vez reflejar la prosperidad de la nueva China. Dos meses después, la pintura
quedó lista, tras lo cual el presidente Mao escribió de mano propia sus versos
sobre la obra. Desde entonces esta pintura ha estado colgada en el vestíbulo
del palacio. Cada vez que se celebra una reunión importante, los dirigentes y
participantes se toman fotos ante la pintura.
Fu Baoshi y Guan Shanyue ¡Qué hermosos los ríos y montañas de nuestro país! [Mao Tse-Tung] |
Fu Baoshi o Pao Fu-Shih (1904-1965) fue un pintor chino de
Xinyu ,provincia de Jiangxi. Se fue a Japón para estudiar Historia del Arte
Oriental en la Escuela de Bellas Artes de Tokio en 1933. Tradujo numerosos
libros del japonés y llevó a cabo su propia investigación. En su pintura,
incorporó elementos visuales japoneses a la pintura tradicional china.
Fue Director de la Escuela de Pintura de la provincia de
Jiangsu de China y Vice-Presidente de la Federación de Artistas de China.
También enseñó en el Departamento de Arte de la Universidad Central
(actualmente Universidad de Nanjing ). En sus paisajes empleó hábilmente el uso
de puntos y métodos de entintado, creando una nueva técnica que abarca muchas
variedades dentro de las reglas tradicionales. Consiguió crear un estilo
antiguo y elegante a través de su integración en una atmósfera poética.
Fu tenía fuertes sentimientos hacia la tierra de China.
Durante sus viajes a muchos lugares, pintó los esplendores de los ríos y las
montañas, inspirándose en la naturaleza y convirtiéndose en el pintor de
paisajes representativo de su tiempo.
En su afán por lograr la espontaneidad, pintaba ebrio.
Desarrolló un nuevo estilo aplicando en su obra métodos occidentales y sus
trabajos eran tan personales como nacionalistas. Fu Baoshi (1904-1965)
equilibraba su necesidad de retratar la grandeza de China con el ansia del
artista de verse reflejado en su obra.
Salpicaduras de tinta
Huía de lo monocromático y de la dependencia que el arte de
su país había establecido con la caligrafía. Amante de la innovación, se
atrevió incluso a salpicar tinta en sus dibujos, un recurso que luego
adoptarían los expresionistas abstractos a mediados del siglo XX.
Fu Baoshi celebró su herencia cultural en los años cuarenta
siguiendo con la tradición milenaria del paisaje, con capas de tinta que
dotaban a cada obra de una particular atmósfera. Supo adaptarse también a la
revolución comunista de Mao, pero nunca cediendo al estilo soviético del
realismo social.
Por encima de las ideologías, su estilo de tinta lavada y
sus innovadoras composiciones seguían un desarrollo personal que no se inmutaba
ante los convulsos acontecimientos de su país.
Fu Baoshi Mujer de Xiang que cruza el río |
Fu Baoshi Cascada divina del lago y del vuelo Dibujo a tinta, 1961 |
Fu Baoshi Cielo y tierra que brillan intensamente rojos. Obra en tinta sobre papel, 1965 |
Fu Baoshi Cruzando el río Dadu, en Sichuan, 1951 |
Fu Baoshi Paisaje de Yanbian, en Corea, 1961 La obra forma parte de la exposición 'Arte chino en una época de revolución', en Nueva York |
Fu Baoshi Rollo colgante, 1942 |
Fu Baoshi Shi Le mirando el camino, 1940 |