Como aquí hasta el último mono presenta sus previsiones
económicas, no pienso yo ser menos. Aquí va la mía para 2012: la cosa pinta
mal; hay crisis para rato; los parados pueden esperar sentados y el resto prepararse
por si le despiden; no se venderá una escoba porque no hay quien la compre; el
final de mes se adelantará otra semana; habrá más gente sin casa; trabajaremos
más y cobraremos menos; seremos más pobres y desiguales.
Si les suena demasiado llana, la reescribo en lenguaje
economicista: seguirá la recesión, el PIB caerá más, el desempleo crecerá y las
medidas de ajuste deprimirán más la demanda. ¿Les vale, o necesitan también
porcentajes? Como quieran: el PIB caerá un 2%, el paro llegará al 24,5%, el
consumo privado bajará un 3%, y el déficit superará el 6%. ¿Necesitan un powerpoint?
¿De dónde saco estas previsiones? Pues de mi servicio de
estudios, que es como mínimo tan fiable como los de Bruselas, el FMI, el Banco
de España, la Funcas y los innumerables servicios y expertos. Todos ellos se
equivocan una y otra vez, y no pasa nada, no sé por qué a mí me lo van a tener
en cuenta. Además, mis previsiones están “sujetas a un grado elevado de
incertidumbre”, que es la coletilla que siempre añaden para que disculpemos sus
errores.
Las previsiones se equivocan una y otra vez, sí, y sin
embargo son tenidas en cuenta por los gobiernos para elaborar sus presupuestos
y planificar el ajuste. ¿Pero cuál es el huevo y cuál la gallina? El ajuste se
basa en las previsiones, pero al final el ajuste deprime más la economía e
invalida las previsiones, de modo que éstas se revisan, y la nueva previsión
sirve para el nuevo ajuste, y etc. Aplicado a España: basándonos en una
previsión, fijamos un objetivo de déficit del 4,4%. Como el esfuerzo nos hunde
más, revisamos la previsión y corregimos unas décimas el objetivo de déficit,
pero como éste no es menos duro que el anterior sino sólo proporcional al
deterioro económico, volveremos a incumplir la previsión y el objetivo,
revisaremos todo otra vez y vuelta a empezar. Y entre tanto, cada vez estamos
más abajo.
Título original: “Mis previsiones económicas”
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