Edgar Allan Poe / Narrativa completa
Traducciones de Julio Cortázar y Margarita Rigal Aragón
Edición, introducción y notas de Margarita Rigal Aragón
Traducciones de Julio Cortázar y Margarita Rigal Aragón
Edición, introducción y notas de Margarita Rigal Aragón
“Ante el mundo y ante los hombres,
Edgar Poe se alza, altivo, impone todo lo que puede su superioridad
intelectual, su causticidad, su técnica de ataque y de respuesta: Y como su
orgullo es el orgullo del débil y él lo sabe, los héroes de sus cuentos nocturnos
serán o bien como él, o bien como quisiera ser; serán orgullosos por debilidad
como Roderick Usher, como el pobre diablo de “El corazón delator, o bien serán
orgullosos porque se sienten fuertes, como Mrtzengerstein o William Wilson”: Julio Cortázar, Obra Crítica (Galaxia
Gutenberg)
Han transcurrido cuarenta y dos años desde aquel 1970 cuando
Alianza Editorial editó en dos volúmenes de bolsillo los 67 Cuentos de Edgar
Allan Poe, traducidos por Julio Cortázar, garantía de calidad por la viva
belleza del lenguaje que logra presentar en español toda la pureza de los
cuentos fruto del conocimiento, como de pasión que el autor de Rayuela ha
dejado lúcida prueba dentro de su extensa Obra Crítica. Y ahora en la excelente
Biblioteca AVRA de Cátedra de dorada lista de autores clásicos, ofrece bajo el
título la Narrativa Completa de Poe, compuesta por Julio Cortázar (Cuentos y A.
G. Pym) y a la que se suma Margarita Rigal Aragón con (Julius Rodman) también
es autora de la extensa, medida y clarificadora, introducción acompañada con
las justas y necesarias notas.
Un reflexivo trabajo aclaratorio que la investigadora aporta
con justicia y acierto para bien del lector, separando lo inventado de lo
verdadero en cuanto a las leyendas en las que se ha venido, y continúa,
ejerciéndose sobre la vida y obra del autor de El escarabajo de oro.
Testificando mitos y distorsiones según criterios a veces personales de algunos
críticos y biógrafos: “Lo mucho que se ha
escrito y dicho sobre la obra para dejar en su exacto lugar a quien junto a
Emerson, Hawthorne, Thoreau, Whitman, Melville y Dckison, gracias a los cuales
se produjo en Estados Unidos un fenómeno literario equiparable en importancia a
lo que en su momento supuso el Renacimiento Europeo” señalando más
adelante: “Por ello hoy en día, cuando la
ficción y realidad se mezclan de manera tan confusa en torno al autor, es
todavía necesaria “revistar” su vida y obra para desmentir muchos de los
“mitos” que se repiten edición tras edición de sus obras y que se están
acentuando también, en la conciencia de nuestros jóvenes, como que John Allan
era tío o que Poe se unió a los griegos en defensa de las libertades...” Firme
denuncia que continúa en las páginas siguientes.
Aunque algunos afirman que el nacimiento de la denominada novela
policial nació antes que el autor del poema que hoy comentamos, la verdad es
que los criterios generalizados muestran a Edgar Allan Poe como el creador del
género, aunque se puede afirmar que de ninguna forma, como señala Julian Symons
(1912-19994), escritor de novelas policíacas de renombre y autor de Historia
del relato policial, merecedor del mayor agradecimiento por los apasionados
cultores del género, “nunca creyó estar
escribiendo relatos detectivescos (la palabra detective era desconocida en la
época de la primera edición de El doble asesinato de la calle Morgue) y que
nunca concedió excesiva importancia a este tipo de historias” Sus
verdaderas raíces se encuentran en el cuento de terror del periodo romántico,
afirmación que aunque con curiosos criterios contrarios es una realidad que
supera todos estas afirmaciones que ya señaló Edmund Wilson (1895-1972),
considerado uno de los titanes de la crítica norteamericana del siglo XX cuando
manifiesta, que: “De este modo a estas
alturas en que “Edgar Poe” ha estado figurando en Europa durante tres cuartas
parte del siglo como escritor de importancia capital, en Norteamérica aún nos
preocupamos –aunque ya no con indignación moral” por su mala reputación como
ciudadano”
El poeta y narrador se dio a conocer en España de la mano de
Charles Baudelaire; los primeros comentarios de carácter crítico se remontan a
1858, a cargo de Pedro Antonio de Alarcón en su ensayo “Edgar Poe: carta a un
amigo”, estudio realizado a partir del prólogo de Baudelaire a la traducción de
un grupo de cuentos de Poe agrupados cono Historias extraordinarias. Como
resumen de mi artículo, sencillamente manifestar el acierto de esta Narrativa
Completa en tan cuidada edición.
Título original: “Edgar Allan Poe (1809–1849). Narrativa completa”
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